El murciano Alejandro Valverde, jefe de filas del Movistar Team, demostró y exhibió ayer su total recuperación de la grave lesión que sufrió, en su caída en julio en el prólogo del Tour de Francia, en Düsseldorf. Así lo atestigua su tercera posición en el Trofeu Serra de Tramuntana de la XXVII edición de la Challenge Ciclista a Mallorca. Una prueba, con muchas caídas, en la que luchó por la victoria a lo largo de sus 144 kilómetros de selectivo recorrido, endurecidos por seis puertos de montaña.

El de Las Lumbreras de Monteagudo, como acostumbra cuando está pletórico, demostró su raza de campeón y carácter ganador en una prueba en la que repitió victoria un año después el belga Tim Wellens, del Lotto Soudal. Un corredor que junto al polémico Gianni Moscon, del Sky Team, aventajaron en la meta de Deià a Valverde por una diferencia de unos 25 segundos.

Alejandro Valverde, en su segundo día de competición tras siete meses de baja forzada, subió a su primer podio después de la caída en el Tour que le destrozó su rodilla izquierda, con una triple fractura en la rótula. Además del tercer puesto, se enfundó el jersey de líder de la Montaña y se llevó el premio a la Combatividad.

Fue, con diferencia, el mejor corredor de los españoles. El único que entró de lleno en la lucha por la victoria. Formando parte de una avanzadilla de cinco ilustres del pelotón mundial -con Wellens, Moscon, el italiano Gianluca Brambilla y el campeón austriaco Gregor Mühlberger- que marcó la segunda mitad de la carrera y su frenético desenlace.

El ascenso del Puig Major, camino de meta -desde Lluc a Sóller- fue el punto en el que Valverde se quedó en cabeza de carrera, junto a Wellens, Moscon, Brambilla y Mühlberger. Camino de la meta de Deià, la avanzadilla, que llegó a disponer de más de tres minutos de ventaja sobre el grueso del pelotón, entró en una batalla cuerpo a cuerpo.

Sus protagonistas se lanzaronconstantes ataques entre unos y otros. Una sucesión de golpes interminables en la que Valverde asumó el protagonismo en la mayoría de ocasiones. Un combate que se resolvió con Wellens protagonizando el golpe definitivo y ganador, coincidiendo con uno de los últimos y peligrosos descensos del tramo final.

«El balance del día es muy bueno, genial diría. Me he sentido muy bien. Sabía que estaba bien entrenando, pero la prueba presentaba las mejores condiciones para saber si de verdad mi rodilla está recuperada, porque hemos tenido de todo: frío, lluvia y carreteras peligrosas, muy resbaladizas», destacó Valverde sobre su concurso camino de Deià. «Mis sensaciones han sido buenísimas. Sobre todo en los puertos. Me he encontrado muy bien subiendo. Bajando pasaba un poco de dificultades. Iba con un poco de miedo y sobre todo no quería correr ningún riesgo porque el suelo estaba muy peligroso», precisó el cuatro veces número uno mundial de la UCI.