El UCAM Murcia CB se ha caído y levantado tantas veces esta temporada que a nadie extraña ya que tres días después de sufrir un duro mazazo en Fuenlabrada, fuera capaz de dar un golpe sobre la mesa en la Champions League frente al Dinamo Sassari (88-94). El triunfo no solo recupera anímicamente a los jugadores de Ibon Navarro, sino que les permite afrontar las cuatro jornadas que restan de la fase de grupos con un colchón cómodo de dos victorias sobre el quinto clasificado, al que también supera en el average. Por tanto, noche redonda en Cerdeña la que vivieron los murcianistas, a los que guió Clevin Hannah (21 puntos y 7 asistencias), quien contó con lugartenientes de lujo, puesto que Brad Oleson (19 puntos), Ovie Soko (16), Sadiel Rojas (12 puntos y 11 rebotes), Marcos Delía (14 puntos) y Marko Lukovic (10) también estuvieron al nivel que exigía un partido de las características de ayer.

La escasez de efectivos -Kevin Tumba se quedó en Murcia por gripe y Vítor Benite fue en esta ocasión el descartado por los cupos- provocó que el UCAM Murcia entrara en el partido pensando más en protegerse de las faltas que en defender. Y lo pagó caro porque el Dinamo se situó con un parcial de 7-0 pese a poner en pista Ibon Navarro un quinteto con dos bases. Con Hannah y Kloof el equipo estuvo bloqueado ofensivamente. Por ello, tardó más de cuatro minutos en anotar su primera canasta y solo encontró más espacios cuando Brad Oleson entró en pista. Dos triples consecutivos del estadounidense (9-8, min. 6) rompieron el dominio de los locales, que aún volvieron a abrir una ligera brecha (13-8). Pero antes de concluir el primer cuarto, los murcianistas se situaron por primera vez por delante en el marcador (13-16), aunque los italianos cerraron el cuarto con un parcial de 6-1 (19-17).

Las ideas fluyeron mejor en el segundo cuarto, en el que Marcos Delía encontró la conexión con los exteriores y fue el encargado de mantener a flote a su equipo frente al acierto exterior de los locales Bamforth y Hatcher. Pero Hannah entró en calor y un parcial de 0-7 (33-35) enseñó el camino adecuado para concluir el segundo cuarto con cuatro puntos de renta (38-42) tras un triple de Sadiel Rojas.

El UCAM encontró la excelencia en el tercer cuarto. Rompió la defensa en zona del conjunto local y se disparó en el marcador. Llegó a disfrutar de una renta de 18 puntos tras un triple de Marko Lukovic (44-62, min. 27). Todo parecía rodar sobre ruedas, pero los murcianistas entraron en crisis y perdieron su identidad sobre la pista. Un parcial de 12-5 en el tramo final después de dos errores garrafales en el saque del balón de fondo tras canasta del Dinamo, encendieron todas las alarmas, aunque la renta al final del tercer cuarto (56-67) aún era esperanzadora pese a que los árbitros señalaron una falta técnica a Ibon Navarro por protestar.

Bamforth y el brasileño Tavernari metieron el miedo en el cuerpo al UCAM en el arranque del último cuarto. Dos triples consecutivos (64-67) obligaron al técnico vasco a tratar de romper el ritmo del rival con un tiempo muerto. Desde la defensa fue como reaccionó el UCAM, que con tres buenas acciones consiguió enfriar al conjunto italiano, que en tres minutos y medio se metió en bonus, convirtiéndose en ese momento en vital el acierto desde la línea de tiros libres de los murcianistas. Delía, Hannah y Oleson devolvieron la calma (64-74, min. 35). Pero quedaba mucho aún. Bamforth, con cinco puntos consecutivos (76-79, min. 38), provocó que planeara de nuevo sobre el equipo murciano esa particular maldición que vive esta temporada con sus ex. Pero Hannah estaba en estado de gracia y el base estadounidense anotó un triple vital (76-82), situándose de nuevo en la línea que marcaba el average. El choque entró entonces en un intercambio de golpes donde el base murcianista superó al escolta del Sassari. En algunos instantes se convirtió el partido en un uno contra uno donde salió airoso el director de juego. Pero la seguridad en los tiros libres fue el factor decisivo para que el UCAM se hiciera con un triunfo con valor triple antes de enfrentarse a los tres primeros clasificados del grupo de forma consecutiva (EWE Oldenburg el próximo martes en el Palacio, Pinar Karsikaya y As Mónaco). Un solo triunfo en las cuatro jornadas que restan le podría valer para estar en los octavos de final de la competición continental.