Moisés García afronta una posible sanción de cuatro partidos que podrían poner punto y final a su participación en la primera vuelta de la competición liguera. El jugador fue expulsado el pasado domingo en el encuentro que su equipo disputó ante el Badajoz y aunque aún falta por dictaminar qué es lo que dice el Comité de Competición, los precedentes dicen que podrían caerle hasta cuatro partidos, lo que supone que no volvería a participar en un encuentro de Liga hasta el mes de enero.

La primera vuelta del jugador ha estado marcada por luces y sombras, determinadas ambas por los obstáculos que han impedido que el sevillano pueda tener la regularidad de otras temporadas, por un lado, o su faceta goleadora, al anotar hasta tres tantos que han ayudado a su equipo tanto en Copa del Rey como en la Liga.

Moisés ha disputado diez partidos en la primera vuelta en competición regular, de los que fue titular en nueve de ellos. Además, ha tenido la oportunidad de jugar de inicio también en tres rondas de la Copa del Rey. Es un jugador básico para su entrenador y en las dos anteriores temporadas llegó a disputar más de 60 partidos con el equipo, todos como titular.

Sin embargo, la vorágine de encuentros en las primeras semanas del campeonato provocaron que el entrenador decidiese ir rotando a algunos jugadores y en su caso se perdió la tercera y la quinta jornada liguera.

Luego llegaron una sanción por expulsión en la sexta jornada ante el Mérida que le impidió jugar contra el Córdoba B y, posteriormente tuvo una lesión en la undécima jornada que le pasó factura, ya que el golpe que recibía en la zona lumbar le hizo estar fuera de los campos de juego otras dos semanas más.

Regresaba en el derbi ante el Real Murcia, al entrar en la segunda parte por la lesión de Óscar Ramírez.

En esta última jornada salía desde el comienzo, pero solo aguantó treinta minutos sobre el terreno de juego. Según el acta del árbitro que dirigió el choque entre el Badajoz y el FC Cartagena, Moisés fue expulsado por: «Dar una patada a un adversario en su cara, con el pie en forma de plancha y tras haber sido objeto de falta por parte de ese jugador, no estando ya el balón en juego y sin precisar asistencia médica, pudiendo continuar el encuentro».

Los antecedentes dicen que su sanción se podría ajustar al artículo 98 del Código Disciplinario de la RFEF y que dice lo siguiente: ´Agredir a otro, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos´.

Hay un antecedente, con el delantero navarro del Tudelano, del Grupo II, Ion Vélez, que fue sancionado con cuatro partidos la semana pasada por un lance muy similar al que describe el colegiado en su acta del Badajoz-Cartagena. El órgano disciplinario aplicó tal artículo -el 98- puesto que entiende que en la acción del jugador hubo, además de ´fuerza excesiva´, voluntad o ´elemento doloso´ de dar la patada, uno de los elementos que lo diferenciarían de un lance de violencia en el juego.