Ni los aficionados que seguían el partido por la televisión, ni José María Salmerón desde el banquillo, ni los futbolistas que estaban confiaban que el Real Murcia sacaría más de un punto en el Francisco de la Hera. El empate, dado el juego ofrecido por el Real Murcia y la insistencia del Extremadura, era tan importante para los granas, que a diez minutos del final del choque era el resultado por el que todos esperaban. Lo confirmaba la imagen ofrecida por un conjunto murcianista que había ido bajando los brazos poco a poco, y el paso al frente dado por el líder, pero en el minuto 92 hubo alguien que creyó. Y ese fue Santi Jara. El extremo, mientras que sus compañeros y sus 'enemigos' ya pensaban en la ducha, cogió el balón y fue avanzando y avanzando, superando a jugadores a pares hasta colocarse delante de un Manu García que solo pudo firmar la sentencia de un Real Murcia que de rezar para no perder un punto acababa de pasar a llevarse una victoria que le da alas en la clasificación.

Fueron apenas unos segundos, pero vaya segundos. De verse hundidos en la tabla, mirando la zona de descenso otra vez demasiado cerca, los granas pasaron a conseguir tres puntos que además de volver a cargarlos de moral les permiten ascender al séptimo puesto. Desde ahí ven el play off a dos puntos y al líder, ahora el FC Cartagena, a cinco.

La jugada y el gol de Santi Jara es lo único que vale la pena de un partido en el que el Real Murcia volvió a mostrarse como un equipo pequeño, siempre dependiendo de lo propuesto por el Extremadura. En la primera parte los granas se salvaron por sacar su lado combativo. Muy atentos defensivamente, donde no dejaron ni un hueco a los locales, el partido apenas se jugó en el centro del campo. Solo hubo dos acciones de peligro, una para cada equipo, pero Chamorro, primero, y Jairo, después, se encontraron con el larguero.

Parecía que el Real Murcia tenía un plan elaborado. Aguantar al Extremadura, agotarlo y matarlo en el segundo tiempo, pero nada más lejos de la realidad. Nada más salir al terreno de juego tras el descanso, los granas se vieron que no tenía pilas, las piernas les fallaban demasiado. Continuas perdidas de balón, ninguna posibilidad de juego combinado y nulos en ataque. Así el Extremadura fue dando pasos al frente y encerrando a los granas en su área. Eso sí, los locales no fueron capaces de convertir su dominio en acciones de peligro.

Los minutos pasaban, los azulgranas crecían y el Real Murcia, que no encontró desahogo en los cambios, pedía que acabase cuanto antes el encuentro. Salmerón decidió sacar a David Sánchez, ayer el castigado por el bajo rendimiento que está ofreciendo, para controlar un poco un partido que se les iba de las manos. No fue una buena decisión. El andaluz, al minuto de estar sobre el campo, ya había visto una amarilla, y de tener poco control, los granas se convirtieron en una marioneta en manos del Extremadura. Nadie podía decir en ese instante lo que acabaría ocurriendo al final. Solo Santi Jara, que demostró que creer al final tiene premio. En este caso, un gol que vale tres puntos y un subidón que relanza a un Real Murcia que ahora tiene un calendario asequible para dar entrar por primera vez en la zona de play off.