Nueve años llevaba el FC Barcelona sin pisar el césped de la Nueva Condomina y siete ha esperado el Real Murcia para volver a abrir las puertas de su casa a un ´grande´ en la Copa del Rey. Lo de anoche era ´més que un partit´ y así lo reflejaron las gradas del estadio murcianista. Unas butacas que, ante el ´Plan B´ de Ernesto Valverde con azulgranas sin protagonismo del primer equipo y con diamantes por pulir, decidieron dejar el flash de su móvil en el bolsillo en más de una ocasión para animar al conjunto grana. Y es que todos ellos se marcharon contentos con la actitud y el carácter que demostraron los jugadores del Murcia en el estreno del técnico José María Salmerón en su nueva casa. Un cambio que difere a lo que se ha visto en las diez primeras jornadas de liga en la Segunda B.

Los seguidores se olvidaron durante una hora y media de la mala marcha del equipo en liga y con algo tan simple -y a su vez tan importante en un club que tiene como objetivo regresar a fútbol profesional- los futbolistas ayudaron a activar desde el inicio a una afición que celebró cada robo de balón como si se tratase de un gol para darles todavía un empujón más, que provocó que el estadio rugiera hasta el gol en la primera mitad de Paco Alcácer como si hubiese mucho más en juego que intentar asustar al Barcelona en una eliminatoria a ciento ochenta minutos.

La suplencia de Gerard Piqué apagó los instrumentos de viento que, al igual que ocurrió en junio durante el España-Colombia, seguramente se hubiesen escuchado, aunque un sector del público le regaló algún que otro cántico durante unos segundos. Con el central en el banquillo el brazalete fue para un argentino que estuvo presente en la inauguración de Nueva Condomina en 2006 y que no volvía para intentar hacer gol en este estadio, sino para que el Real Murcia no fuera el protagonista del primer sonrojo de la era Valverde.

Mascherano saltó al césped como la principal atracción del ´Plan A´ en el esquema del entrenador azulgrana hasta que entraron Rakitic y Sergi Roberto en la segunda mitad, aunque para entonces José Arnáiz, jugador del filial azulgrana que ayer debutó con el primer equipo, ya había atraído a todos los focos con su calidad cuando tenía el balón en los pies junto a un Aleñá que también dejó su huella durante el choque.

Los premios ´The Best´ que se entregaron el pasado lunes en la gala de la FIFA en Londres donde Leo Messi y Andrés Iniesta formaron parte del mejor once de la temporada, también provocaron que el Barcelona se presentase con los ´suplentes´ en el palco de Nueva Condomina con el directivo Jordi Moix como principal representante. No obstante, por parte local nadie faltó a un palco de autoridades que encabezaron José Ballesta y Felipe Coello, alcalde y concejal de Deportes del ayuntamiento de Murcia respectivamente, junto al Delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solis, y varios representantes del resto de partidos políticos.

Todos ellos presenciaron desde un sitio privilegiado como varios de los teléfonos móviles de los 20.000 espectadores que se dieron cita anoche -aunque los datos oficiales bailaron- alumbraron los últimos minutos del partido dejando una espectacular estampa para despedir esta temporada a la Copa del Rey - a falta de disputar el partido de vuelta en el Camp Nou a finales de noviembre- y con el deseo de que no haya que esperar demasiado para volver a medirse cuerpo a cuerpo con uno de los rivales más poderosos de la Liga. Para entonces, quizá, se hayan solucionado los problemas que siempre aparecen en los accesos al estadio grana cuando acuden más de diez mil personas.