Parecía una apuesta segura. Dos futbolistas contrastados, con veteranía y experiencia al más alto nivel, y con pinceladas de su mejor fútbol aún por ofrecer en un equipo de Segunda B con aspiraciones de ascenso. Pero el plan no está funcionando. Alberto Aguilar y Dani Abalo, los dos fichajes de relumbrón del FC Cartagena en el mercado veraniego, no están aportando prácticamente nada al conjunto albinegro en este inicio de curso. Los problemas físicos y el bajo rendimiento son los protagonistas de los primeros meses de estos dos jugadores en la ciudad portuaria.

Entre ambos solo suman 186 minutos disputados en la competición liguera. Alberto Aguilar, de 37 años, estuvo apartado de los terrenos de juego durante toda la pretemporada por problemas físicos. Tras una esporádica aparición en la tercera jornada, volvió a la enfermería y no ha aparecido en ninguna convocatoria. En su currículum figura un debut en Primera División con el Málaga en el curso 2002-03 y dos temporadas siendo un habitual en los onces del Getafe (2005-06 y 2006-07). Cuando abandonó la entidad azulona, anduvo ocho años desplegando sus cualidades en los campos de Segunda División: Granada 74, Albacete, Córdoba y Ponferradina.

Mientras Aguilar no termina de dejar atrás sus problemas de rodilla, tres hombres pelean por la titularidad en el centro de la zaga.A Moisés y Míchel Zabaco, habituales la campaña pasada, se ha unido Josua Mejías, que con sus actuaciones se ha ganado la confianza del técnico albinegro. En Marbella, Monteagudo apostó por una defensa de tres. Si sigue jugando con ese sistema, Aguilar tendría más opciones. Su experiencia, su saber estar y su salida de balón le postulan como un candidato más que firme a jugar más de los noventa minutos que lleva disputados hasta la fecha.

Por su parte, Dani Abalo ha participado con más asiduidad en este último mes. Firmó por la entidad albinegra a última hora en el mercado, y tardó en completar su adaptación. Físicamente no estaba al nivel del resto de sus compañeros y la competencia en las bandas complicaba sus apariciones. Sin embargo, las lesiones de hombres como Álvaro González le han permitido participar en cinco encuentros. Eso sí, Monteagudo dosifica sus minutos con cuentagotas y nunca ha jugado un partido completo.

Sobre el terreno de juego, debería exhibir la velocidad y la técnica que le llevaron a debutar en Primera con el Celta de Vigo en la 2006-07 y a ser protagonista en el ascenso a la máxima categoría del conjunto celeste en la 2011-12. En cambio, hasta ahora el Cartagonova no ha visto ni la sombra de lo que Abalo fue. Quizás por su bajo estado de forma le falta esa chispa que le permitía ser un jugador determinante.

Volviendo de la diáspora

Alberto Aguilar y Dani Abalo comparten una circunstancia: ambos han recalado en Cartagena tras un tiempo jugando fuera de nuestro país. Este aspecto no fue un problema, por ejemplo, para Llorente, que regresaba de Rumanía cuando se convirtió en uno de los mejores del Cartagena durante la segunda vuelta del curso pasado.

Abalo, cuando vio cerrada la puerta de jugar en Primera con el Celta, se marchó al Beira Mar, de la liga portuguesa. Posteriormente se fue al Ludogorets, con el que incluso debutó en la UEFA Champions League. Tras un paso efímero por el Alavés, viajó a Polonia, para militar en las filas del Korona Kielce antes de fichar por el Cartagena. Del mismo modo, Alberto Aguilar ha jugado las dos últimas temporadas en Australia (Western Sidney Wanderers) y Chipre (Anorthosis). La readaptación al fútbol español se les está atragantando a ambos.