No termina de encontrar el UCAM Murcia el ritmo y la fiabilidad defensiva necesarios para convertirse en un equipo candidato a todo, dentro del Grupo IV de Segunda División B. Los resultados favorecieron de forma constante a los universitarios en el arranque de competición, con tres victorias consecutivas en Liga. No obstante, los dos últimos encuentros sin ganar ante Badajoz y Betis Deportivo refrendan una importante constante: el UCAM tiene serios problemas defensivos.

En una categoría en la que encajar un gol se convierte en una mochila de piedras difícil de vaciar, el equipo que dirige Lluís Planagumá se está viendo sobrepasado en esa faceta cada fin de semana. Solo en la primera jornada, en la que los universitarios cosecharon un gran triunfo ante el Granada B a domicilio, consiguieron dejar la portería a cero, premisa vital para un conjunto que quiere luchar por el ascenso.

Pero si bien tras el choque del Nuevo Los Cármenes era el guardameta Germán Parreño el que con una actuación portentosa conseguía que dejar de vacío al filial nazarí, el devenir de las jornadas ha dejado mucho que desear en el plano defensivo. Aunque todos los futbolistas que compiten sobre el césped se encargan de salvaguardar su portería, los seis partidos disputados en Liga tras ese triunfo inaugural en tierras granadinas han propiciado la aparición de importantes grietas y fracturas en los muros que defienden el arco universitario.

Las Palmas, Jumilla, Cartagena, Real Murcia, Badajoz y Betis B: tres victorias, un empate y dos derrotas en seis partidos con hasta siete tantos encajados. Hasta 540 minutos de juego en los que los referentes defensivos, véanse los centrales Fran y Dani Pérez, los laterales Carlos Moreno y Góngora, y el pivote Vivi como los mayores representantes, han mostrado evidentes fallos individuales en marcaje, salida de balón o simplemente el buen hacer de los atacantes rivales.

Incluso en Segunda había cosechado un mejor bagaje defensivo el UCAM tras siete jornadas disputadas, ya que el pasado curso los universitarios encajaron seis tantos en dicho número de partidos. En otras temporadas en Segunda B, la escuadra azul y dorada veía su portería perforada del siguiente modo en la misma cifra de encuentros: tres en la 2015-2016; dos en la 2014-2015; y nueve en la 2012-2013, año en el que el UCAM debutaba en la categoría de bronce con un proyecto modesto y que, aún con todo, se queda cerca de los registros actuales.

En esta temporada, el equipo de Planagumá, pese a estar instalado en la zona noble de la tabla -es quinto, con 13 puntos a dos del líder Écija-, encara su octava semana de competición con muchos deberes pendientes, especialmente en la faceta defensiva.