El Sevilla se consolida arriba en la tabla con su quinto triunfo liguero en siete jornadas, en un duelo andaluz sin buen juego pero con más ocasiones para los locales, ante un conjunto malagueño que ve agravada su delicada situación y la de su técnico Míchel. Dos zarpazos de los locales tras la entrada de Éver Banega al campo en la segunda parte bastaron para noquear al Málaga. Primero el argentino de penalti y acto seguido, el colombiano Muriel cerró el choque. Al final del choque Míchel dijo que al equipo le afecta «tensión», aunque admitió que «los números son horrorosos» y no pueden «poner ninguna excusa».