Alfredo Ortuño Martínez (Yecla, 21 de enero de 1991) tenía este verano hasta veinte equipos suspirando por él. Después de marcar la pasada temporada 16 goles con el Cádiz en Segunda División, todos los clubes de la categoría se interesaron por haceser con sus servicios este verano. Sobre la mesa llegó a tener más de diez ofertas en firme, varias del extranjero y otra del Alavés, de Primera División. Ortuño, con contrato con Las Palmas, esperó hasta el último segundo para irse al equipo vitoriano, donde está Sergio Fernández, ex del Real Murcia, como director deportivo, pero el club vasco encontró el último día del mercado dos piezas que le interesaron más, Bojan y Munir. Por ello, el murciano se quedó en la estacada y no tuvo más remedio que aceptar el ofrecimiento que tenía sobre la mesa del Valladolid. Pero al culebrón que vivió durante el verano Ortuño durante el verano aún le quedaba un capítulo. El yeclano, que durante toda la pretemporada había estado entrenando por su cuenta, viajó hasta las Islas Canarias el día 31 porque al truncase su fichaje por el Alavés, Las Palmas tenía una ficha libre y decidió que se incorporara a la plantilla. Sin embargo, cuando ya estaba en Gran Canaria, los insulares se hicieron con los servicios de Loïc Rémy justo antes del cierre del mercado, pactando entonces la rescisión del contrato con Ortuño, que se materializó a las 23.59 horas del día 31, horario canario, aunque los trámites no se pudieron culminar burocráticamente, según se desveló anteayer.

Ortuño llegó a fichar por el Valladolid, con el que se presentó oficialmente y comenzó a entrenar, pero la Liga de Fútbol Profesional dictaminó que el jugador aún estaba ligado a Las Palmas cuando se cerró el mercado, por lo que no podía incorporarse al club pucelano y no se encontraba en el paro, como era necesario para poder fichar por los pucelanos el 1 de septiembre.

«Le intentamos ceder al Valladolid en el último minuto, luego se le intentó dejar libre pero la tramitación de esa documentación al final intervenía tanta gente que las cosas no salieron como deseábamos. Habíamos rescindido con él y estaba sujeta a que jugara en el Valladolid o el Alavés. Al no poderse hacer dejamos sin efecto esa rescisión. Ahora no lo podemos dejar tirado. Es una pena que no pueda jugar, el chico lo que ha visto es un apoyo por parte de la UD Las Palmas», explicó el presidente, Miguel Ángel Ramírez, en una entrevista a Canarias Radio La Autonómica. «Cuando el Tenerife se interesó le dije que si el jugador jugaba en Segunda sería en el Valladolid porque le había dado mi palabra. El Tenerife tendría que luchar por convencer al jugador, pero ahora si no juega en Primera, irá donde quiera ir», añadió el mandatario sobre el futuro que le espera ahora al futbolista de Yecla.

Toda esta rocambolesca situación ha provocado que Ortuño no pueda jugar hasta el próximo 1 de enero y que esté ya entrenando con Las Palmas, aunque sin ficha y sin entrar en las convocatorias. La única posibilidad que tiene es irse durante unos meses al fútbol asiático, aunque es una operación que entraña muchos riesgos, ya que el murciano podría sufrir una lesión que truncaría su regreso al Valladolid para la segunda vuelta del campeonato o a otro de los muchos equipos que este verano han suspirado por contar con su pólvora.