Para los que abogaban por un cambio en el césped del más que sufrido estadio Cartagonova, sus oraciones podrían haber sido escuchadas. Y es motivado por la llegada de la selección española sub-21 para disputar el partido el próximo 14 de noviembre, clasificatorio para el Europeo de 2019, el Ayuntamiento estudia cambiar la pradera del Cartagonova.

«No hagamos retales ni parches» sobre el recinto deportivo dijo Ana Belén Castejón, alcaldesa de Cartagena. Apostó porque el Cartagonova «pueda estar a la altura que merece un partido histórico y tener a punto el campo para un encuentro tan importante».

Castejón mostró compromiso y voluntad para acondicionar el campo y «demostrarle a la afición, a Cartagena y al resto del mundo que la ciudad y el club son capaces de acoger un partido de esa magnitud que va a ser promoción a nivel deportivo, turístico y de toda índole para la ciudad de Cartagena. Es nuestro compromiso que el campo debe estar en lasmejores condiciones».

Es por este motivo por el que acudió en la mañana de ayer al estadio municipal acompañada del concejal de Deportes Ricardo Segado. Allí se reunió con los dirigentes albinegros y con los técnicos que trabajan en el Cartagonova. Serán estos los que emitirán un informe con las deficiencias que afectan al Cartagonova.

«El césped no está para que laselección española juegue aquí un encuentro internacional», explicó Paco Belmonte. «Hay que aprovechar el tirón para cambiarlo. Debemos aprovechar este momento para actuar sobre él», dijo.

Para los próximos días se espera la visita del seleccionador nacional sub-21, Albert Celades, que se encargará de revisar el césped tanto del Cartagonova como de Nueva Condomina y dar el visto bueno para que se disputen ambos encuentros.

En 2014 la RFEF dio marcha atrás a la final de la Copa del Rey juvenil entre el Real Madrid y el Sevilla por el mal estado del césped del Cartagonova.

Respecto a la tan demandada ciudad deportiva por parte del FC Cartagena, la alcaldesa se despachó con su recurrente «olivica comía, huesecico al suelo», y es que dos cosas a la vez parece ser demasiado trabajo.