España celebra este martes el vigesimoquinto aniversario de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, los únicos que ha albergado hasta ahora y que para muchos siguen siendo considerados los mejores de la historia, con el añadido de que marcaron un antes y un después en el deporte olímpico español, que logró su mejor resultado hasta la fecha con 22 medallas.

En octubre de 1986 el Comité Olímpico decidía que Barcelona sería sede indiscutible del mayor evento deportivo internacional y multidisciplinario. Fue con la Guerra de la Independencia de Grecia cuando los herederos del evento se sintieron tentados de retomar una costumbre que había nacido hacía muchos siglos. En 1833, el poeta y editor Panagiotis Soutsos propuso restablecer los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. Tres años después se celebró la primera edición, mientras que en 1890 se fundó el Comité Olímpico Internacional.

Sidney, Atenas, Londres, Oslo o Río de Janeiro en el reciente 2016 son algunas de las ciudades que desde entonces han acogido el certamen deportivo. Aunque según los seguidores de las Olimpiadas y la gente del momento, "los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 fueron los mejores de la historia". España consiguió su mejor puesto histórico con 22 medallas,. Se disputaron partidos de 25 deportes diferentes y participaron 172 comités con 9.959 atletas que compitieron en 31 deportes y 286 especialidades.

La ciudad sufrió una increíble transformación para acoger partidos y citas hasta en 22 escenarios distintos, y otros lugares de Cataluña y de España, como Zaragoza y Valencia, también dieron la bienvenida a deportistas de todos los países. Montjuïc fue, por su parte, sede principal, donde se acogieron los momentos más importantes de Barcelona 92, abanderada por su eterna mascota, Cobi, creado por Javier Mariscal.

En su ceremonia inaugural participaron decenas de cantantes españoles, como Montserrat Caballé, que interpretó el famoso tema 'Barcelona', en el que en un principio cantaba junto al mítico Freddie Mercury, que murió un año antes, por lo que tuvo que interpretarla junto a José Carreras.

Después de esto, la simbólica antorcha hizo su entrada en el estadio olímpico en manos del piragüista Herminio Menéndez, quien la cedió a Juan Antonio San Epifanio 'Epi', que prendió la flecha que fue lanzada por el arquero paralímpico Antonio Rebollo, encendiendo el famoso y aclamado pebetero. Uno de los momentos más emotivos, pero al que seguirían otros muchos.

Fue también en la inauguración cuando los más de 2.000 millones de espectadores en el mundo pudieron ver a nuestro actual Rey, Felipe VI, entonces Príncipe, como abanderado del equipo español mientras su hermana, la Infanta Helena, lloraba a lágrima viva por la emoción.

Porque muchos fueron los momentos claves en aquellos juegos. 'La quinta del Cobi' se alzó con el oro en fútbol gracias al gol en el último minuto de Kiko Narváez. La selección polaca, contra la que disputó el encuentro, no lo puso nada fácil. En el minuto 89 todo indicaba que se iba a terminar con empate a dos. Todo se tendría que resolver en la prórroga. Tan solo un minuto después un saque de esquina directamente al interior del área que va directamente a Guardiola y finalmente cae a los pies de Kiko lleva a España a su primer oro en el deporte estrella.

No fueron los únicos. Fermín Cacho se imponía en la final de los 1.500 metros. Su cara de sorpresa fue recordada durante años por los espectadores. Marcha, ciclismo en pista, judo, natación, vela, tiro con arco y hockey fueron deportes que también dejaron el oro en casa. El tenis, con Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario culminó con plata.

Otros deportistas de diferentes países también marcaron un antes y un después. El 'Dream team' de baloncesto formado por la selección de Estados Unidos entre los que destacaban Michael Jordan, Magic Jonhson o Larry Bird, levantó en varias ocasiones al público de la grada, mientras que Derartu Tulu, en los 10.000 metros, fue la primera negra africana ganadora de un oro.

Decenas de momentos vividos que han podido llegar hasta nuestros días, 25 años después, y que desde la ciudad condal conmemorarán con más de una treintena de actos que desde la organización definen como "el mejor pretexto para recuperar con fuerza los valores vinculados al deporte y el olimpismo, como son la solidaridad y la paz, el respeto por los demás, la cultura del esfuerzo, la búsqueda de la excelencia y el juego limpio", para añadir que "es una forma de promover entre la ciudadanía actitudes más participativas y comprometidas con el desarrollo de la sociedad en su conjunto".