No es la primera vez que el presidente de la Federación Española de Fútbol se ve implicado en algún escándalo de fraude. Villar, detenido hoy junto a su hijo Gorka, ha sido denunciado por el Consejo Superior de Deportes en más de una ocasión. Aunque ha sido el caso de la celebración de partidos entre la selección española de fúbol y otras selecciones lo que le ha llevado a la cárcel.

Fue a principios del pasado año cuando se iniciaron las pesquisas después de una denuncia formulada por el CSD en la que acusaba al máximo responsable de la RFEF de impulsar la celebración de estos encuentros consiguiendo contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio del hijo de Villar, abogado experto en derecho deportivo. La Dirección General de la Guardia Civil precisa en un comunicado que los investigadores han determinado que el vicepresidente económico de la RFEF "se habría excedido presuntamente en sus facultades de administración del patrimonio" de la entidad.

Además, habría favorecido la contratación de sociedades de las que obtuvo un beneficio propio en forma de contraprestación económica y también habría participado, junto con el secretario de la Federación tinerfeña, en una operativa continuada de apropiación de fondos de dicha Federación, a través del desvío de éstos a una sociedad gestionada por ambos.

Otras causas

Aunque Ángel María Villar lleva desde el año 2010 paseándose por los juzgados. Fue en marzo de ese año cuando el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, era imputado, junto a la misma agrupación como persona jurídica, por un delito de prevaricación, malversación de fondos públicos y apropiación indebida de 1,2 millones de euros de dinero público que le fueron concedidos en 2010 por el Consejo Superior de Deportes (CSD).

El auto hacía mención al dinero entregado por el Consejo Superior de Deportes en 2010 para reforzar la 'Candidatura Ibérica', formada por España y Portugal, de cara a lograr la organización del Mundial 2018, que finalmente fue adjudicado a Rusia.

Estas son las claves de aquel proceso que también salpicó al Consejo Superior de Deportes:

-En agosto de 2010, el Boletín Oficial del Estado publicaba la convocatoria de subvenciones por parte del Consejo Superior de Deportes dirigidas a federaciones deportivas para el fomento y fortalecimiento de políticas transversales en materia deportiva y cuyos beneficiarios serían federaciones que tuvieran fundaciones, como es el caso de la Federación Española de Fútbol (FEF). Antes de que la subvención sea concebida, la Federación ya sabe que le será entregada.

-En noviembre de 2010 el Consejo Superior de Deportes (CSD) confirma que les ha sido entregada dicha subvención, de 1,2 millones de euros y que tienen que se dirigen a proyectos: 462.000 euros para un programa de educación deportiva integral en las escuelas de fútbol en Libia; 219.000 euros para una escuela de fútbol en Haití; 254.000 euros para un programa de capacitación para gestores de clubes y federaciones en Iberoamérica y 287.000 euros para programas de tecnificación internacional. La Federación estaba obligada a ejecutar estos proyectos antes del 31 de agosto de 2011.

-En diciembre de 2011 el propio Ángel María Vilar firma un informe y carta en donde especifica que los proyectos ya han sido ejecutados. Hasta cinco años después, en 2016, estos informes de justificación no pasan su debido control. Es entonces cuando la CSD encuentra anomalías en las facturas para justificar los gastos en los cuatro proyectos. En abril de 2016 el CSD da un tiempo de cortesía para que la Federación aclare los problemas, hasta el 21 de junio. El 14 presenta la carta donde afirman que todo está en regla firmada por el tesorero de a Federación, Luis Larrea.

-En octubre de 2016, los periódicos El Mundo y El País publican sendos artículos en los que hablan de que los fondos enviados a Haití nunca llegaron y que probablemente haya deficiencias en todos y cada uno de los proyectos. Villar, por su parte, dice que se ha enterado de todo a través de la prensa pese a haber recibido las notificaciones de la CSD y ordena una investigación dentro de la propia Federación.

-El 30 de diciembre de 2016, Miguel Galán, en el momento candidato a las elecciones a la presidencia federativa, denuncia a Villar y a la Federación como persona jurídica por prevaricación, malversación de fondos y apropiación indebida por el fraudulento proyecto de Haití. Un mes después, El País publica que Villar ha devuelto el 1,2 millones de euros más otros 300.000 y ha enviado un escrito a la CSD admitiendo todas las irregularidades.

-Y en febrero de este año, la situación da una vuelta de tuerca y Ángel María Villar denuncia que su firma fue falsificada. El documento viene acompañado de un informe pericial e incluye una carta de Isabel Navas, directora de la Fundación federativa, en la que esta asegura que la deficiente justificación es culpa de Jorge Pérez, ex secretario general de la FEF, y rival de Villar en las elecciones del próximo 22 de mayo.

-Ya en marzo, el día 8, Villar es imputado por delitos de prevaricación, malversación y apropiación indebida de 1,2 millones de euros y que el caso también está en manos de la Fiscalía Anticorrupción. Después, otra vez por los medios, se conoce que la CSD también está implicada, ya que se apunta a que cambió la fecha de una carta por lo que pudo manipular facturas.