El FC Cartagena ha comenzado a descubrir sus cartas para la próxima temporada y los primeros cambios llegan a costa de dos nombres propios que han sido muy repetidos en los planes de Alberto Monteagudo. El técnico albinegro ya sabe que no podrá contar más con Gonzalo Verdú, después de que el jugador anunciase este fin de semana que no renovará con el club cartagenero, y el delantero Arturo quiere cambiar el mal sabor de boca con el que ha finalizado este curso pese a que la directiva del Cartagena está estudiando si es el jugador adecuado para soportar de nuevo todo el peso ofensivo del equipo en la categoría de bronce tras lo visto este año.

Lo que está claro es que la marcha de Verdú ha sentado como un jarro de agua fría en la afición albinegra después de que el cartagenero haya sido una de las piezas más importantes esta temporada. Primero por su polivalencia a la hora de desempeñar los roles de central y de mediocentro según las necesidades del equipo y segundo por saber plasmar sobre el terreno de juego lo que Monteagudo quería transmitir desde la banda durante el grueso de la temporada.

Sin embargo, tras contemplar como el club prolongaba el compromiso de la mayoría de integrantes de la defensa albinegra con todo por decidir, la renovación de Verdú se dilató tanto en el tiempo que finalmente las dos partes no han conseguido llegar a un acuerdo. «Lamentablemente se acaba un sueño», escribió el jugador en su cuenta personal de Twitter y añadió que «las cosas no han ido como uno espera. Seguiré buscando equipo pero con la cabeza bien alta y la conciencia tranquila. Solo espero ver a esta ciudad dentro de un año celebrando el ascenso».

En las últimas horas el Elche le ha hecho saber su interés a Verdú, quien ha disputado las dos últimas temporadas en las filas del FC Cartagena superando la barrera de los 50 partidos anotando cuatro tantos en liga, para que forme parte del proyecto con el que el club ilicitano buscará regresar al fútbol profesional, tras su reciente descenso, de la mano de Vicente Mir y Óscar Sánchez, después de que ambos técnicos hayan recalado en el Elche tras no continuar en el Real Murcia.

En el otro lado de la moneda se encuentra un Arturo que cuenta con un año más de contrato en la entidad albinegra, pero que desde el club no tienen del todo claro si el delantero lo acabará cumpliendo. «No sé cuando hablaré con el club, nos sentaremos pero no creo que haya nada importante que hablar. Mi parte está clara porque tengo contrato. No estoy contento con la cifra de goles y esa es una razón para continuar y poder cambiar lo de este año», afirmó el jugador recientemente en los micrófonos de la Cadena Ser de Cartagena.

Sin embargo, desde la entidad albinegra no se quiere volver a cometer más errores en una de las posiciones clave del equipo para pelear de nuevo por el ascenso a Segunda División tras lo ocurrido durante el pasado mercado invernal. Los siete tantos conseguidos por Arturo en una treintena de partidos no son un buen aval para Paco Belmonte y Manolo Breis, presidente y director general del Cartagena, y la continuidad del delantero a día de hoy no está nada clara.

El jugador ya ha desvelado públicamente su postura y su deseo de revertir el mal sabor de boca de este curso, aunque eso no evitará que el FC Cartagena peine el marcado de fichajes en busca de un delantero que, a priori, asegure más garantías en la categoría de bronce de cara a puerta. De momento, Arturo es el único jugador de ataque que cuenta con contrato para la próxima campaña en el club junto al recién renovado Cristo Martín.

El extremo, quien despertó el interés de varios equipos punteros de la Segunda B tras su buen año, ha decidido continuar con la entidad albinegra para los próximos tres años con el objetivo claro de lograr el ascenso al fútbol profesional. No obstante, otro de los objetivos principales del Cartagena ahora mismo es atar cuanto antes a Fernando Llorente.

El centrocampista, quien llegó en el mercado invernal, ha sido un pulmón fundamental en cuanto a juego y a resultados, ya que sus siete tantos evitaron que el equipo albinegro acabase la segunda vuelta todavía más tocado tras conseguir la clasificación para el play off sobre la bocina después de liderar la clasificación del grupo IV durante varias jornadas.

Lo que está claro es que Monteagudo tendrá que rearmar todo su ataque y dar con la tecla exacta en su segundo intento por dar el salto a Segunda División. Desde el club quieren que esta temporada haya servido para aprender de los errores y durante todo el verano se buscarán las mejores soluciones posibles para mantener una trayectoria mucho más uniforme que la cuajada durante las últimas treinta y ocho jornadas.