Cuando a un jugador se le habla de las estadísticas que les pueden afectar en su contra, la respuesta ya es un tópico y casi ni la tiene que pensar. Cualquier ducho en la materia -sea jugador, técnico o directivo- nos contestará que las estadísticas están para romperlas. Visto así, pues parece que es una manera fácil de salir del paso en un momento comprometido, pero otras veces esta misma contestación puede ser utilizado como argumento si el equipo que debe cambiar la dinámica es, además, capaz de hacerlo.

El FC Cartagena luchaba contra una enorme adversidad el pasado domingo ante el Alcoyano en El Collao, un campo que parecía imposible de conquistar, pero, sin embargo, en dos zarpazos los pupilos de Alberto Monteagudo liquidaron la eliminatoria y dejaron a la afición del club alicantino con una sensación de fracaso de la que va a ser difícil de levantarlos otra vez.

El equipo albinegro afronta una segunda eliminatoria a partir del domingo con un campeón de grupo, en este caso del III, el Barça B. Los números que ha logrado el bloque azulgrana asustan, tanto que, se miren por donde se miren, son datos de un equipo que parece lanzado a Segunda División casi de cabeza.

Ofensivamente, el conjunto catalán ha sido el segundo que más goles ha hecho entre los 80 equipos de la categoría y con 83 tantos tan sólo ha sido superado por la Cultural Leonesa -a la que se enfrentó y con la que cayó en la fase de campeones-. Esa cifra es demoledora, 2,18 goles por partido, en alguno de ellos hasta 12 tantos, como los que le infligieron al Eldense en aquel partido polémico salpicado por apuestas ilegales y corrupción en el club alicantino. Pero es que en siete ocasiones, el Barça B ha goleado al rival por tres goles y en cuatro por cuatro tantos, lo que muestra que los jóvenes jugadores blaugranas -con una media de edad de 22 años-, son insaciables en su intento por vencer y machacar al oponente.

En el capítulo ofensivo hay que destacar que cuatro de sus jugadores suman entre todos los mismos goles que ha hecho el FC Cartagena durante toda la temporada. Dani Romera y Marc Cardona han anotado 15 dianas cada uno, mientras que Perea ha hecho 10 y Jesús Alfaro 9 tantos.

El póker de anotadores se completa con un repóker si añadimos a Gumbau, que ha hecho ocho goles esta temporada. Ninguno de los jugadores del FC Cartagena ha conseguido este año superar más allá de los siete tantos.

Pero defensivamente el FC Barcelona B dirigido por Gerard López ha mostrado una solvencia fuera de toda duda. Si bien es cierto que el discurso fácil y manido respecto de los filiales dice que son bloques alegres, atrevidos y muy ofensivos, por contra, suelen mostrar una enorme debilidad defensiva y son oponentes que ofrecen facilidades en defensa. No es el caso del conjunto de

Gerard, ya que con 29 goles recibidos en 38 jornadas es el segundo club que menos tantos ha sufrido esta campaña regular. Es más, en 18 partidos ha sido capaz de mantener su portería a cero -el FC Cartagena, por su parte, ha dejado a cero su portería en trece encuentros-.

Visto así, está claro que cualquiera que analice los números fríamente dirá que nada tiene que hacer el Cartagena ante un rival de esta envergadura. Pero si los de Monteagudo han llegado hasta la segunda eliminatoria es porque tienen argumentos para poder rebatir los del oponente. De momento, el aspecto positivo que hay que extraer es que el Barcelona B viene de perder a doble partido su eliminatoria por el ascenso y el FC Cartagena llega tras salir victorioso. El mismo Gerard López lo reconocía tras caer en León, que el factor psicológico suele pasar factura a los clubes que caen en primera ronda tras haber cuajado un campeonato regular casi perfecto.

Pensar en el Barça B y en la pléyade de jugadores que pueden dar el salto a Primera no parece que sea lo más aconsejable para los aficionados albinegros si quieren seguir conservando el optimismo y las opciones de seguir vivos en la ronda intactas. Ningún equipo es invulnerable y, como reiteran los propios protagonistas, las estadísticas están para cambiarlas.