Fernando Alonso compitió por primera vez en las 500 millas de Indianápolis este domingo, y pese a que se vio obligado a abandonar tras romper el motor Honda de su bólido, el asturiano dejó buenas sensaciones en una actuación que fue ampliamente seguida por la expectación que había generado.

El dos veces campeón de Fórmula 1 comenzó la carrera en la quinta posición de la parrilla, y estaba peleando por la victoria cuando su McLaren dijo ‘hasta aquí hemos llegado’. De hecho, había liderado la carrera durante 27 vueltas y en el momento del abandono era sétimo, pero en plena remontada y con los rivales en el punto de mira.

Por esta meritoria actuación, la Indy 500 le ha proclamado el novato del año -‘rookie’, como dicen por esos lares- en una gala celebrada en la noche de este lunes.