ElPozo Murcia dio un paso firme de cara a disputar el título de liga tras imponerse al Barça en el Palacio por 3-2 en un choque espectacular que hizo honor todo aquello que se espera de dos grandes sobre la pista. Con el triunfo el conjunto murciano se queda a una victoria de meterse en una final que, de disputar frente al Inter -que el viernes venció al Magna Navarra-, certificaría su clasificación para jugar en Europa la próxima temporada. Pero, por lo pronto, tendrá que sumar otro punto en esta semifinal y tiene dos posibilidades: vencer el próximo miércoles en el Palau (21.30 h., Teledeporte) y sellar su pase a la final por la vía rápida o hacerlo ganando el sábado en el Palacio (13.15 h., Teledeporte). Y el viento sopla a favor de ElPozo. No por el resultado, sino por el hecho de estar mostrándose como un equipo con todas las letras que además lleva once victorias consecutivas y porque destila esa sensación de que estamos ante su gran año. Puede que luego unos detalles lo impidan, pero es innegable la gran versión que está mostrando.

Referente al encuentro, podríamos decir que la primera parte fue un compendio de lo que son estos encuentros de élite entre los grandes. Máxima intensidad, muchas ocasiones de gol, duelos individuales donde saltaron chispas, polémicas e incluso un gol muy protestado por una posible falta previa y un penalti transformado en los últimos segundos. Un espectáculo, en resumidas cuentas.

Fue ponerse el balón en movimiento y comenzar a sucederse las ocasiones. Lanzados a morder desde el primer instante, ambas escuadras gozaron de ocasiones que, por el buen hacer de los guardametas en unas ocasiones y por la falta de suerte o puntería en otras, no obtuvieron el premio del gol. Arrancó con más mordiente el Barça, que tuvo en Ferrao al protagonista de sus ataques. El pívot brasileño se las iba a ver con todos sin dar un paso atrás y fue una pesadilla para la defensa local que, sin embargo, logró evitar que anotase. Duda, por su parte, apostó por el quinteto español de internacionales realizando cambios rápidos para evitar el desgaste. El cuadro murciano presionaba muy arriba provocando robos de balón y errores en el pase de la defensa visitante.

En el choque, que llevaba una velocidad endiablada, no destacaba a ningún equipo por encima del otro, aunque era ElPozo el que más lo intentaba. Las posesiones duraban poco o nada en un partido ingobernable hasta que apareció Pito con su magia. El carioca fue andando, se acomodó con una maniobra rápida el balón a su diestra y soltó un latigazo ante el que anda pudo hacer Juanjo.

Sin embargo, en una jugada por banda Álex perdió el balón con Joao en un jugada muy protestada por una posible falta y Adolfo llevó la igualada al luminoso. Lejos de lamentarse, ElPozo respondió con una lanzamiento al palo de Miguelín. El partido, imposible de gobernar y en el que las ocasiones de gol se sucedían, se calentaba por las faltas y las protestas. Las posesiones duraban poco o nada y ningún equipo lograba controlar un encuentro en el que ElPozo, que había tenido dos lanzamientos al palo, era el que más lo intentaba. El choque parecía condenado al empate hasta que, a falta de cinco segundos para la conclusión de la primera parte, Aicardo cometía penalti sobre Álex y Miguelín transformaba la pena máxima poniendo a los suyos por delante antes de enfilar el túnel de vestuarios.

El segundo acto comenzó igual que finalizó el primero: con gol de los locales. En un saque de banda, Álex batía a Juanjo ante el júbilo de una grada que, poco después, enmudecía al recortar distancias Sergio Lozano. Quedaba un mundo por jugarse en un duelo en el que las oportunidades eran constantes, por lo que tocaba aumentar la renta para vivir con algo más de tranquilidad o esperar que el Barça igualase la contienda. No sucedió, sin embargo, nada de eso. Y es que, increíblemente, el marcador no volvería a moverse a pesar de los intentos de dos de las escuadras que mejor pegada tienen del campeonato. Todo ello para alivio de un Palacio casi lleno y en el que la afición apoyó a los suyos como en las grandes ocasiones, convirtiéndose en un jugador más. Y ElPozo respondió, como ha hecho gran parte del curso, lanzando además el aviso de que no aminorará la marcha.