Igual que se relaciona al Tenerife con el Real Madrid, al Barcelona con la Sampdoria, al Villarreal con el Arsenal o al Alavés con el Liverpool, las historias de Cartagena y Alcoyano son inseparables. Hay momentos en la historia de un club que la marcan para siempre, y es inevitable recordar aquella tarde en El Collao en la que se celebró el primer ascenso a Segunda de la entidad albinegra mientras que los blanquiazules lloraban por un resbalón en el momento más inoportuno. Ocho temporadas después, sus caminos se vuelven a encontrar (18:00, Cartagonova) en una eliminatoria de ascenso, aunque éste sea solo el primer escalón para regresar al fútbol profesional.

Aquella tarde en Alcoy, el equipo de Paco Jémez culminó un ascenso histórico y dramático. Fue el inicio de un trayecto que hizo soñar a la ciudad con ver al equipo incluso en Primera División, antes de regresar a Segunda B en 2012. Precisamente ese año fue el último en el que estos dos clubes se vieron las caras. El Alcoyano ganó en el Cartagonova en el partido de ida y empataron en el de vuelta, en una temporada horrible en la que fueron penúltimo y antepenúltimo en la categoría de plata.

Estamos ante un enfrentamiento que, aunque no valga el ascenso directo, puede ser un punto de inflexión para el que consiga la victoria. Alcoyano y Cartagena han realizado una temporada sensacional, pero en los últimos meses la depresión se ha apoderado de ambos conjuntos, y necesitan una inyección de adrenalina para recuperar la esperanza.

No es ningún secreto en la ciudad portuaria que el conjunto que dirige Alberto Monteagudo ha decaído en los últimos meses y ha pasado de ser la escuadra más solvente del grupo IV a colarse en el play off pidiendo la hora. Tres empates y dos derrotas en los últimos cinco partidos tienen la culpa de que los cartageneristas pasaran de ser primeros a cuartos (y casi quintos) en poco más de un mes.

Sin embargo, en Alcoy las cosas no marchan mejor. Aunque los blanquiazules mantuvieron la segunda posición del grupo III a quince puntos de distancia del Barcelona B, una vez que se vieron con la clasificación en el bolsillo y sin objetivos por los que pelear, su rendimiento cayó en picado. Los de José Seligrat solo obtuvieron una victoria, ante el Hércules, en los últimos seis enfrentamientos ligueros.

Como no podía ser de otra manera, el encuentro ha despertado una expectación sin límites, tanto por lo que hay en juego como por el morbo y el ánimo de revancha. Monteagudo aún no puede contar con Cristo y Sergio García. Estas dos ausencias, en particular la del canario, las está acusando sobremanera la escuadra blanquinegra a la hora de crear peligro en ataque. Sin embargo, en el bando local esperan la vuelta a la convocatoria de Moisés, ausente desde la jornada 34 contra el Extremadura.

Si se confirma la vuelta del sevillano al once titular, acompañará a Zabaco en el centro de la zaga, mientras que Gonzalo Verdú dará un paso al frente y sostendrá al equipo en la parcela ancha. Dado el rendimiento que está ofreciendo el futbolista cartagenero, se hace impensable verle sentado en el banquillo en un partido de estas características.

La fórmula Rivero-Llorente como doble pivote se antoja demasiado atrevida para un choque de tanta intensidad. Por su parte, como ya sucedió ante el Recreativo, Limones cuenta con más opciones de defender la portería albinegra en play off, en lugar de Marcos Morales, cuyos días como titular coincidieron con los peores del equipo cartagenerista.