Tras el empate del pasado domingo en casa ante el Jumilla, el entrenador del equipo del Altiplano, Pichi Lucas, fue interrogado si creía que este FC Cartagena sería capaz finalmente de clasificarse para la fase de ascenso, o si podría rivalizar con el Lorca por el primer puesto a dos jornadas para el final de la competición. El expreparador albinegro dio una de las claves de lo que le está sucediendo a este conjunto que dirige Alberto Monteagudo. Dijo el técnico leonés que estar toda la competición entre los primeros supone un desgaste que es difícil de soportar siempre para mantener el mismo nivel. «Cuando ocupas tanto tiempo el puesto primero o segundo, tan destacado en la clasificación general, te desgasta».

El entrenador del Cartagena fue preguntado, en su turno en rueda de prensa, por esta misma situación, y añadía que «es muy difícil estar primero o segundo todo el año. Defender una posición durante tanto tiempo y dar la cara una y otra vez en cualquier campo y frente a cualquier rival cuando caminas líder es complicado», explicaba Monteagudo.

Independientemente de si el equipo está teniendo o no acierto de cara al marco contrario o si en defensa se muestra ahora mucho más débil que en la primera vuelta, lo cierto es que haber permanecido primero y segundo durante 32 jornadas -trece en primer lugar- y otras cuatro entre tercero y cuarto clasificado, está siendo una losa difícil de sostener por las espaldas de los jugadores.

La presión de los jugadores por seguir firmes en lugares de privilegio, y la moral con la que llegan los rivales para medir sus fuerzas a un equipo que es uno de los gallitos y lo demuestra durante toda la temporada, supone un debilitamiento en la plantilla cartagenerista.

Y es que el FC Cartagena es el conjunto que más veces ha ocupado la primera posición esta temporada y el que más veces ha estado al acecho del líder -19-, ahora el Lorca y antes el Marbella.

El equipo malagueño ha sido víctima de su éxito, algo que le puede llegar a suceder al propio conjunto albinegro si no es capaz de reconducir su situación en las dos últimas jornadas de liga. El Marbella fue líder durante las 12 primeras jornadas y hasta la trigésimo segunda ocupó un puesto entre los elegidos. Sin embargo, estaba demostrando cada jornada que pasaba desde que el Cartagena le quitó el primer puesto unas jornadas antes de acabar la primera vuelta que no era capaz de asumir ese arranque espectacular que había protagonizado.

Es más, fue perdiendo su fortaleza jornada a jornada y ahora, en la jornada trigésimo sexta, se encuentra en séptimo lugar, con 54 puntos en su casillero, y a siete de la fase por el ascenso, descartado, por tanto, de competir por subir a Segunda después de una brillantísima primera vuelta de competición.

El FC Cartagena ha sumado solo 24 puntos en lo que va de segunda vuelta, frente a los 36 que llevaba a estas alturas en la primera parte de la competición regular. Necesita un triunfo el próximo domingo ante la Balompédica Linense para certificar su clasificación para la fase de ascenso y además poder poner en un aprieto al Lorca en el liderato -está a tres puntos-.

El entrenador necesita levantar la moral de un equipo al que se le nota cansado sobre todo en el aspecto anímico y no puede languidecer justo cuando se está jugando todas sus opciones importantes en esta temporada. Caer en los instantes finales denotaría falta de personalidad de un equipo que siempre se ha enorgullecido de decir que se siente fuerte y no le afectan los resultados de las jornadas anteriores.

Este tramo final es una prueba de fuego para ver hasta donde es capaz de llegar el proyecto de Belmonte en su segundo año.