El FC Cartagena desaprovecha la enésima ocasión de meter presión al líder, después de empatar ante el Jumilla por 2-2 en un partido en el que fue capaz de ponerse dos veces por delante, pero que en los dos siguientes minutos el conjunto jumillano lograba igualar la contienda. El bloque entrenado por Alberto Monteagudo padece el denominado miedo escénico, que atenaza a sus jugadores cuando disputan los encuentros en el Cartagonova. El pavor que les supone ir por delante en el marcador se hizo patente ayer en dos ocasiones, ya que con el 1-0 el Jumilla tardó solo dos minutos en igualar la contienda. Igual sucedía en el minuto 83 cuando Llorente puso el 2-1 y Luis Verdú igualó de nuevo el partido en una falta mal defendida por los locales y una auténtica desesperación para la afición albinegra.

El bloque cartagenerista no solo no es capaz de optar al liderato, sino que con sus malos resultados en las jornadas del último mes y medio ha apretado tanto la clasificación que en estos momentos no se puede dar por segura su clasificación para la fase de ascenso a seis puntos para que concluya el campeonato liguero. Equipos como el Villanovense, el Mérida y el Real Murcia han apretado el acelerador en los últimos partidos y ponen en un aprieto al conjunto cartagenerista en el tramo final de la competición, cuando más se necesita tener la cabeza fría y la efectividad como bandera. El equipo cartagenerista jugó, además, con un futbolista más en los últimos 20 minutos, lo que motivó más si cabe las iras del público que acabó con gritos y silbidos a un Cartagena incapaz e impotente otra jornada más.

En la búsqueda del ataque más incisivo, capaz no solo de generar ocasiones sino también de anotarlas, el entrenador decidió alinear a Artiles por banda izquierda y a Isi Ros por la derecha. Arturo regresó al once inicial, mientras que Sergio Jiménez se quedó en el banquillo y Gonzalo Verdú ocupaba la parcela ancha del campo. El bloque albinegro lo intentó desde el minuto uno. Presionó cuando el equipo jumillano tenía el balón con dos o tres jugadores para recuperar cuanto antes la pelota. Rivero, que sufría una marca personal, estuvo demasiado atado para tocar y mover y abrir huecos en la defensa del equipo vinícola.

El Cartagena gozó de buenas oportunidades casi desde el principio del encuentro. A Arturo se le hizo de noche en el minuto cinco cuando recibía dentro del área un balón de Llorente que lejos de rematarlo lo tocó un poco más hasta que la defensa se le echó encima y no pudo engancharlo para mandarlo a la red. Cuatro más tarde era Artiles quien lo intentó desde fuera en una acción personal en la que logró zafarse de cuanto defensor le salía al paso. Su disparo se marchó pegado al poste y fue cogiendo velocidad por el intenso aire que soplaba en la ciudad portuaria. Ceballos fue el siguiente en intentarlo con un centro envenenado que se acabó marchando fuera por poco. El Cartagena tenía el partido donde quería. Ahora bien, solo le faltaba mandar la pelota dentro. Arturo, en una galopada, se plantó ante el portero rival, pero su chut acabó manso en sus manos.

El equipo del Altiplano lo intentó con un disparo de Cirri que se marchó alto en el minuto 15 y un saque de esquina que casi entra si Marcos no está atento en el 21.

En el 27 Gonzalo Verdú ponía por delante a los locales al mandar al fondo de las mallas un saque de esquina botado por Quique Rivero. El cartagenero se adelantó a su defensor para poner el 1-0 en el marcador. Pero poco dura la alegría en casa del Cartagena esta segunda vuelta, ya que dos minutos más tarde un mal pase a la contra genera una recuperación del Jumilla y Fran Moreno aprovecha un balón en profundidad para batir por bajo a Marcos. De nuevo tocaba empezar de cero un partido que tanto costaba, casi como todos, encarrilar. El primero que lo volvía a intentar era el Jumilla con un chut dentro del área, tras recoger un rechace, de Borja que Marcos repelía con las manos.

En el 35 Isi Ros trató una diablura con el balón al marcharse dentro del área de los defensores y ante la salida del portero elevar el balón. Un defensa sacó bajo palos el gol que parecía cantado. A tres minutos para el final del primer tiempo la opción del 2-1 la protagonizó Llorente, con un pase que recogía al borde del área y se marchaba solo y con mucho tiempo para decidir y definir, pero su disparo lo mandó el portero a córner.

Balones colgados al área en acciones ensayadas de falta o saque de esquina se vieron muchas ayer, pero el fútbol de ensayo no está siendo el fuerte de los locales, porque casi todos acababan sin consecuencias.

El Cartagena atacaba con todo. Germán saltó para dotar al equipo de mayor peligrosidad arriba y Hens hizo lo propio unos minutos más tarde.

En el minuto 80 sonó la flauta en un balón de saque de esquina. El esférico quedaba suelto en el área y Llorente lo enganchó para rematar de escorzo y anotar el 2-1 a diez para el final.

Los nervios por la posibilidad de ganar acongojaron al FC Cartagena y tres minutos más tarde, una falta en medio campo de los locales, que no debió ni tan siquiera de forzarse, provocó el empate. Mal defendida, dio tiempo a que el delantero Fran Moreno disparase a bocajarro y Marcos se luciera, pero el despeje quedó suelto para que Luis Verdú, cartagenero, hiciera el empate.

El público, entonces, se desesperó y la emprendió con el equipo y el banquillo. Son muchas parecidas esta segunda vuelta y el final de temporada se está convirtiendo en agónico.

Quedan dos partidos y los de abajo piden paso a un Cartagena en horas bajas.