El UCAM CB Murcia ha pasado una semana contenido. Resignado por querer demostrar cuanto antes que lo que ocurrió en Madrid ante el Estudiantes tan solo fue un desliz. Ayer, ante el Montakit Fuenlabrada, sacó toda esa rabia que tenía dentro, y lo hizo con la cabeza fría y las manos calientes. Casi sin cometer errores y ahogando a su rival en defensa para arrollarle sin piedad en ataque.

Y es que, el conjunto universitario no dio ninguna opción a los fuenlabreños. Desde el salto inicial fue como si activara el modo avión que dejó en tierra a su contrincante y le llevó a conseguir la victoria más holgada en la ACB del club murciano. Los jugadores de Katsikaris, entrenador del UCAM, fueron superiores en todo. En entrega, en cada lucha, en los rebotes, en los triples, en la anotación... y el trabajo de todos sus hombres se vio reflejado al término de los cuarenta minutos en las estadísticas, donde hasta cuatro jugadores (Campazzo, Antelo, Radovic y Baron) superaron los dos dígitos.

No obstante, fue la batuta del argentino la que marcó los primeros compases del encuentro. Campazzo, al igual que en el último partido en el Palacio ante el Iberostar Tenerife, priorizó repartir asistencias entre sus compañeros antes que mirar a la canasta. Y es que, las primeras decisiones del base llevaron al UCAM a dejar casi sin fuerzas al Fuenlabrada en el primer asalto. Los primeros puntos de Campazzo y un triple de Baron abrieron el encuentro con un parcial de 5-0. Los visitantes intentaron recortar, pero en estas primeras disputas comprobaron que iba a ser un día complicado para superar el entramado defensivo local.

Antelo, otro de los destacados ayer firmando una buena actuación, y Delía volvieron a abrir brecha ante un Paunic que se convirtió en la primera esperanza del Fuenlabrada (15-6). Sin embargo, fue entonces cuando los de Jota Cuspinera, entrenador del Fuenlabrada, se sintieron desbordados. Campazzo continuó haciendo daño con cada movimiento y los universitarios consiguieron ganar la lucha de un rebote defensivo hasta en tres ocasiones (19-8). La primera renta todavía pudo ser mayor si el aro no llega a escubir varios balones, aunque con las rotaciones el UCAM mantuvo su mejor versión y Llompart cerró el primer cuarto desde el perímetro (26-11).

El equipo murciano continuó desplegando el mismo nivel de juego en el siguiente periodo al que, además, se sumó su acierto desde el triple. Dos lanzamientos consecutivos desde el exterior por parte de Benite y Llompart abrieron todavía más la brecha, pese a los cinco puntos consecutivos del pívot Hettsheimeir (35-16). El UCAM no miraba al marcador y entre ceja y ceja solo tenía la canasta contraria. Así lo reflejaron Kevin Tumba y Radovic. Los interiores universitarios mantuvieron la férrea defensa atrás y en ataque cazaron todos los balones cerca del aro para llegar los veinte de ventaja.

El Fuenlabrada se agarró al último tren con un triple de Smits. Pero tanto Campazzo como Baron también sacaron de sus casillas a una de las mejores armas de los visitantes. Tres faltas de Marko Popovic en el segundo cuarto mermaron, todavía más, a los de Cuspinera (39-21) y el último arreón murciano se terminó decantando el partido. Rojas y Baron anotaron desde la esquina, con una entrada a canasta y un triple, y Campazzo puso el broche final con un robo y un 'semi-mate' a la primera parte (48-27).

Tras el descanso el UCAM tan solo tenía que mantener el nivel de los primeros minutos. Pero incluso lo superó. En el inicio de la segunda mitad los aficionados se quedaron rendidos a una exhibición defensiva de Kevin Tumba con dos tapones y, de nuevo, compenetrándose a la perfección con Nemanja Radovic (62-33). Llegar a la treintena de puntos de diferencia hizo más daño a los fuenlabreños y tras varios minutos sin anotar, el UCAM continuó concentrado y haciendo todavía más grande la herida rival con dos triples de Antelo consecutivos (78-42).

En el último cuarto ya estaba todo visto para sentencia, pero aún así la afición disfrutó hasta el último minuto. El objetivo final de los visitantes fue que el UCAM no llegase a los cien puntos y lo consiguió evitar por muy poco (89-51). Aunque la fiesta ya estaba completa y ni el pequeño sprint del Fuenlabrada sirvió para maquillar el marcador. Los de Katsikaris ya tenían en su bolsillo, desde hace bastante tiempo, una victoria que le acerca a la permanencia (99-62).