El murciano Alejandro Valverde y su equipo, el Movistar, fueron los grandes dominadores de la 97ª edición de la Volta Ciclista a Cataluña, en la que se mostraron intratables sorteando los obstáculos, algunos inesperados, que se encontraron en los siete días de carrera.

Valverde no dio opciones a sus rivales y completó una carrera perfecta con tres victorias de etapa (La Molina, Mont Caro y Barcelona), un segundo puesto en la penúltima etapa con final en Reus (Tarragona) y enfundándose, también, el maillot de la montaña.

Y eso que el Movistar, que colocó también al joven Marc Soler en el tercer cajón del podio, tuvo que remar contra viento y marea, especialmente por el minuto de penalización que recibió tras la contrarreloj por equipos del segundo día.

Valverde se alejaba, así, del maillot de líder y su segunda Volta se complicaba, quedándose a 58 segundos de los BMC. La decisión hirió el orgullo del Movistar y del murciano, que el mismo día que la UCI anunció la sanción se llevó la etapa con final en el puerto pirenaico de primera categoría de La Molina (Gerona).

Secundado por el joven gregario Marc Soler, el corredor revelación de la carrera, el murciano dio muestras de su explosividad en una última rampa ideal para sus características.

Sin embargo, el estadounidense Tejay Van Garderen se situó como líder, con una ventaja de 46 segundos sobre el corredor del Movistar que, sin embargo, no perdía la fe con vistas a la esperada quinta etapa, con inicio en Valls (Tarragona) y final en el Mont Caro, un puerto de categoría especial con una pendiente media del 9%.

Fue en Lo Port, cerca de Tortosa, donde se vio una de las fotografías de la Volta: Chris Froome (Sky), Alberto Contador (Trek Segafredo) y Valverde descartando a Van Garderen del triunfo final y afrontando juntos los últimos cuatro kilómetros de ascenso.

A los tres ‘gallos’ del pelotón se les unió un invitado inesperado. Se trataba de Marc Soler, que a su 23 años llevó en volandas a su jefe de filas, que en los últimos 900 metros arrancó con un ataque que sería decisivo para hacerse con la etapa y empezar a inscribir su nombre en el palmarés de la Volta por segunda vez, después del triunfo conseguido en 2009.

Victoria de etapa número 104

En las carreteras catalanas, Valverde sumó su victoria de etapa número 104, ganó por quinta ocasión una carrera por etapas de la categoría World Tour y demostró que en el ciclismo la juventud no es un factor determinante.

A sus 36 años, el jefe de filas del Movistar vive un momento dulce. Si hace un mes estrenaba la temporada de rondas por etapas con una victoria -la quinta en su palmarés- en la Vuelta a Andalucía, este domingo en Barcelona volvió a demostrar que los viejos rockeros nunca mueren.

La 97ª edición de la Volta es suya y ahora va a por más. El Gran Premio Miguel Indurain y la Vuelta al País Vasco, sus próximos grandes objetivos.