El programa en el que los jefes se ponen en la piel de sus empleados se ha convertido en uno de los últimos fenómenos de la actual parrilla televisiva. Los máximos mandatarios se hacen pasar por nuevos trabajadores para finalmente desvelar su secreto. Algo así ocurrió ayer en el Cartagonova. Algunos aficionados del Real Murcia, no fueron decenas pero sí unos cuantos, decidieron presenciar el derbi entre las distintas ubicaciones que no estaban destinadas a los segudiores visitantes, con el riesgo de estar rodeados de ´enemigos´.

Durante el encuentro se pudieron distinguir grupillos de camisetas granas, los más valientes, entre las albinegras, pero fue al final de los noventa minutos cuando verdadaramente se descubrió el secreto. Los aficionados del FC Cartagena se marcharon tristes por el resultado y los granas se quedaron en sus respectivas localidades celebrando el triunfo con el resto de seguidores situados en el fondo inferior.

El Murcia no estuvo solo en Cartagena y contó con el empuje de su afición en uno de los encuentros más importantes fijados en el calendario. Y eso que las previsiones de aficionados que iban a viajar al otro lado del Puerto de la Cadena no eran muy prometedoras, pero la polémica por el precio y la ubicación de las localidades visitantes que se ha arrastrado desde el encuentro de la primera vuelta no privó a unos 900 murcianistas, aproximadamente, de presenciar la victoria de su equipo.

Casi un millar de aficionados que ´pasaron´ de la decisión del club grana de no organizar el viaje a Cartagena y se buscaron las habichuelas para acabar viendo el partido. Muchos de ellos se desplazaron sin entrada, ya que durante la semana fue misión imposible comprar una localidad en la capital del Segura, y se vieron sorprendidos por la cola que bordeaba uno de los fondos del estadio albinegro.

El grana se hacía notar entre los que esperaban para llegar a las taquillas, pero también se podía contemplar varias camisetas albinegras.

Un hecho sorprendente teniendo en cuenta que desde el mes de diciembre el FC Cartagena inició la venta de las localidades. Los que no viajaron, y los que también lo hicieron, despidieron a la plantilla que dirige Vicente Mir, entrenador del Murcia, antes de poner rumbo a Cartagena y también recibieron a los jugadores granas en el parking de Nueva Condomina para festejar el triunfo.

La expectación por el partido en la ciudad portuaria también fue alta con 12.376 espectadores en las gradas. Lo que estaba claro es que todos querían evitar presenciar el encuentro en el primer anillo del estadio y algunos aguantaron los noventa y cuatro minutos de pie tapando la consigna del lateral en la que se lee ´Cartago Nova Invicta Est´. Desde esa zona también se pudo ver perfectamente el tifo del Fondo Norte emulando a la serie ´Narcos´ y adaptando su famosa frase con un ´Cartago o Plomo´.

Una mala tarde para hablar de pólvora, ya que ese fue el mayor hándicap de un Cartagena que se acabó desesperado ante la falta de gol. Sobre todo la de un Arturo que se topó dos veces con Simón, un cabezazo y el penalti fallido, y varias oportunidades en las que no tomó la mejor decisión posible. Y no fue por falta de motivación. El cartagenero provocó el primer ´pique´ entre jugadores cuando Pumar y Diego Benito estaban calentando con un segundo balón mientras esperaban al saque inicial. A los granas se les marchó el esférico, en uno de esos toques, y el delantero, en lugar de devolverlo a sus dueños, golpeó la pelota hacia la zona técnica. Una acción que se quedó en una mera anécdota, pero que el centrocampista grana le recriminó segundos más tarde.

El que pasó de toda rivalidad fue Germán. El jugador canario, que en el último día del mercado de invierno abandonó la disciplina del Real Murcia y fichó por el FC Cartagena, acudió al rondo de suplentes del Real Murcia para saludar a sus excompañeros. Todo eso antes del baño de masas que el conjunto albinegro se dio varios minutos antes de saltar al terreno de juego para el calentamiento cuando salieron por la cafetería del estadio para volver a entrar por otra puerta muy cercana.

Pese a la rivalidad sobradamente conocida, y que a alguno parece le gusta demasiado eso de provocar a sus ´contrarios´, de nuevo no ocurrió ningún incidente destacable y esa es sin duda la mejor noticia entre dos aficiones que vuelven separar sus caminos en busca del mismo objetivo.