¿Dónde nació su vinculación con el deporte?

Tuve la suerte de estudiar en Refinería. Hice la EGB en Alumbres y cuando pasé al instituto me encontré allí una especie de universidad americana en los años setenta. El deporte tenía tanta importancia como el resto de asignaturas. Allí estaban las únicas instalaciones preparadas de toda la Región. Mi profesor, José Valverde, nos llevaba al deporte escolar, sobre todo en fútbol y atletismo, pero también se hacía voleibol y tenis, siempre había mucho movimiento los fines de semana allí.

Pero usted es técnico de fútbol, atletismo y voleibol.

Sí, empecé jugando al fútbol. Estuve hasta juveniles en Lasalle Minerva y después me fui a Tercera División con el Mazarrón y el San Javier, pero en edad juvenil llegué a probar con el Barcelona y el Granada. Empecé muy pronto a entrenar equipos pequeños y llegué a ser el coordinador deportivo en Alumbres.

Vamos, que siempre le ha gustado dirigir.

Sí, dejé de entrenar para coordinar los equipos. Y cuando terminé la carrera y me saqué las oposiciones, me dejé el fútbol y me dediqué al colegio, donde me volqué en el deporte escolar. En el colegio San Isidoro empecé con el atletismo y el voleibol lo descubrí en Murcia.

¿Cómo fue lo de meterse en el voleibol?

Nunca había visto un partido de voleibol, pero mi piso, cuando estudiaba en Murcia, estaba cerca del Cagigal. Paseando por allí una tarde escuché ruido, entré y estaban entrenando las chicas del Voley Murcia, que jugaban en Superliga. Y cuando salí del entrenamiento pensé que era un deporte que me gustaba para las chicas de El Algar. Vi que aquello tenía mucha demanda y junto a un grupo de antiguos alumnos míos creamos el Algar Surmenor.

Y se puso a hacer cursos de entrenador.

Sí, hice los cursos y como le gustaba mucho a las chicas, me fui metiendo más y llevamos ya 25 años. Pero a nivel de atletismo también hemos hecho muchas cosas y llegamos a estar en Campeonatos de España. Tengo amistad con Manolo Luque, que como sabes es un apasionado del atletismo, que me orientó muchísmo, y tuvimos una época muy buena, pero llevar los dos deportes era demasiado trabajo, aunque aún seguimos teniendo sección de atletismo.

Pero ustedes vivieron la época de las vacas gordas económicas en el voleibol.

Sobre todo porque antes de la crisis había subvenciones que daban la Comunidad y el Ayuntamiento, y los patrocinios eran muy grandes. El dinero lo empleamos en formar las bases y ahora mismo tenemos diez equipos. Dimos un paso adelante, pero después llegó la crisis, no llegamos a recibir una subvención y pasamos unos años regulares. Retiramos el equipo sénior porque no se podía mantener, pero las bases siempre han existido. La gente que tengo alrededor lo tiene muy claro, que la apuesta es la cantera, pero lo que hemos conseguido no deja de ser un milagro.

¿Encontrar recursos económicos con la crisis se ha convertido en mendigar?

Es muy difícil, pero es que hacemos milagros. Nunca hemos querido hacer algo para un momento puntual, sino para siempre, y así llevamos ya 25 años. Algunas veces sí que podíamos decir que estamos un poco maltratados y, en ocasiones, desprotegidos. Por ejemplo, todos los años nos tenemos que plantear si podemos sacar adelante el equipo de Superliga 2, pero hay cosas más importantes.

¿Cuesta mucho arrancar hoy en día a la gente joven a hacer deporte?

Sí, de hecho no comparto muchas cosas de las que se hacen. Hay muchas escuelas donde la gente tiene que pagar, que es algo que nosotros no hemos hecho, porque siempre ha venido a hacer deporte la gente sin tener que pagar, y hay muchos jóvenes que no pueden porque no tienen recursos. Para mí en la educación hay dos cosas innegociables, el deporte y estudiar idiomas.

¿Y le gusta cómo se trata hoy en día a la educación física en los planes de estudios?

Discrepo de cómo está el deporte escolar y me da la impresión de que la asignatura de educación física ha sido una ´maría´ y, pese a lo que mucha gente diga, sigue siéndolo. Hay más fachada que lo que realmente después se hace. Quien hizo los contenidos de la ley de la LOMCE no sabía mucho de educación física. Fíjate que en los institutos apenas se hacen cosas de deporte y el desastre total viene en la Universidad, porque no hay nada de nada, es solo postureo para pillar unos créditos de libre configuración.

¿Se ha acostumbrado a tener tiempo libre?

Bueno, por las mañanas voy un poco más relajado y por las tardes igual de liado porque los finales de temporada son complicados, ya que tenemos equipos que van a Campeonatos de España y siempre andamos buscando dinero para acabar. Cuando ya me termine de normalizar, voy a buscarme una actividad para las mañanas para no tener tanto tiempo libre.

¿La mujer no le ha echado de casa?

Me ha echado muchas veces, lo que pasa es que he tenido suerte porque una de las dos hijas que tengo me ha salido deportista y ahora está haciendo un Máster de periodismo deportivo en Barcelona.

¿Qué es lo que más le ha llenado entre el fútbol, el atletismo y el voleibol?

Me encantan los tres, pero con el fútbol estoy un poco cabreado porque hay padres que no saben comportarse. Si tuviera que elegir, pondría el atletismo en el primer lugar, porque el deporte individual siempre me ha llamado más. Y en el voleibol he encontrado una mentalidad diferente, es un deporte más solidario y grupal.

¿Hasta cuándo seguirá al pie del cañón?

Tendré que ir quitándome poco a poco, aunque me va a costar. Pero estoy tranquilo porque con la gente que tengo la cosa va a seguir funcionando bien. Yo siempre intentaré estar, pero ellos tienen más fuerza.