María de los Ángeles Díaz de Figueroa y Díaz (Murcia, 24 de enero de 1973) fue proclamada oficialmente presidenta de la Federación de Gimnasia de la Región de Murcia hace una semana.

Después de tres años en la presidencia, ¿por qué ha dado el paso de seguir otros cuatro más?

Porque me he dejado muchas cosas por hacer, muchos proyectos. Estos tres años han sido de adaptación, porque cuando un presidente llega a una Federación, no sabe lo que se va a encontrar. Tras este tiempo, ya sé cómo funciona todo y es el momento de poner las cosas en su sitio.

¿Y qué es lo que se le ha quedado en el tintero?

Empezamos organizando en diciembre el Campeonato de España, que tenía muchas ganas de que viniera a Murcia porque hacía mucho tiempo que no se hacía aquí, y ahora me apetece seguir colaborando con la Federación Española para sacar más campeonatos. Me gustaría traer una Copa del Mundo, que son palabras mayores. Lo hemos hablado, tenemos el apoyo y puede ser que en estos cuatro años la traigamos. Otro proyecto importante es tener un centro de tecnificación de rítmica, que muchas de las federaciones murcianas ya lo tienen en el CAR. Nuestra idea es realizar un seguimiento a las gimnastas más relevantes.

¿Piensan becar niñas?

Becar es muy difícil, porque la Federación vive de sus recursos propios y de las pocas ayudas que tenemos institucionales. Hablar de centro de tecnificación con un entrenador contratado y concentración permanente es muy difícil, pero sí sesiones de seguimiento los fines de semana, con concentraciones de las niñas en el CAR para realizar entrenamientos.

¿La rítmica regional está al nivel más alto de la historia?

En 2016 hemos vivido uno de los años más fuertes, con más medallas nacionales, digamos que estamos en un momento muy bueno. Los técnicos se han dado cuenta de que para llegar a una competición hay que estar al nivel, están muy concienciados con la competición.

¿Les falta tener una olímpica?

Tuvimos a Andrea Barba en el equipo nacional, pero se lo tuvo que dejar por una lesión. Hay niñas muy buenas, pero este deporte es muy subjetivo, porque no es como otros, donde llegas si consigues unas marcas. Aquí tienes que entrarle por el ojo a los técnicos de la Federación Española, pero con el trabajo tan bueno que están haciendo las entrenadoras, todo es posible.

¿La medalla olímpica de España les ha ayudado a crecer?

Sí, sin duda, pero no solo en rítmica, porque también nos está llamando gente interesada en hacer gimnasia artística, pero la pena es que no tenemos en la Región esa modalidad. Hemos aumentado el número de licencias y a estas mi ya tenemos más de 1.200, cuando el año pasado nos quedamos en poco más de 900. Se ha notado el tirón televisivo de las olimpiadas.

¿Y tienen solución para la gimnasia artística?

Hace muchos años sí que hubo artística en Torre Pacheco y una escuela en Murcia, pero es que la infraestructura que debes tener es importante, porque si quieres tener competición, debes contar con foso y los aparatos montados permanentemente. Y como no es un deporte tan masivo como la rítmica, es un problema. Al margen, solo tenemos en la Región una entrenadora, que es Trinidad Vergara.

¿ Cuántas escuelas de rítmica hay ahora mismo en la Región?

Muchísimas, pero nosotros no tenemos conocimiento de todas. Algunas no sabemos ni qué técnicos tienen, porque hay escuelas de Ayuntamientos que no están dadas de alta en la Federación. Sería importante tener un censo porque es un deporte donde estamos jugando con niños pequeños y no cualquier persona está cualificada para enfrentarse a ello.

Mucha gente considera que no es bueno el esfuerzo al que se somete a las niñas tan pequeñas en la rítmica. ¿Cómo se defienden de esos ataques?

Porque son las niñas las primeras que quieren estar. Al final, la que se queda en competición es porque lo lleva en la sangre, de lo contrario se lo deja. Las entrenadoras somos duras, pero fuera somos como sus mamás, porque sabemos la edad que tienen. No es lo mismo estar en una escuela deportiva que en un club de competición. Los padres están contentos porque ven que las niñas hacen deporte, amigos y se forma una familia, que es muy importante también, además de que las niñas no están en la calle. Es un deporte que tiene muchos aspectos positivos para la vida real.

¿Echa en falta apoyo al deporte específicamente femenino?

Es que yo no estoy a favor de feminismos y machismos porque todos deberíamos ser iguales. Solo pido que nos traten igual que a los hombres, que al deportista masculino. No es una cuestión de sexos, sino de deportes, porque la rítmica no es profesional y no podemos competir contra tenis, baloncesto o fútbol, aunque eso no quiere decir que no estemos a la misma altura. Lo que pasa es que en el resto de deportes son profesionales y nosotros no. La rítmica la toman como un deporte de niñitas que se ponen un maillot, que están monísimas en el tapiz y que mueven el culete, pero detrás de eso hay mucho trabajo, mucho más que en cualquier otro deporte, porque las horas que entrenamos nosotras no las hacen otros deportistas ni de broma. No somos profesionales pero entrenamos cuatro horas al día, que me consta que no lo hace mucha gente.