­El nuevo entrenador del Real Murcia, Vicente Mir, quiere un caparazón más grueso que el que ha exhibido el conjunto grana mientras que Paco García ha ocupado el banquillo durante 27 jornadas. Así, el libro de estilo del valenciano es diametralmente opuesto al famoso «modelo» que el entrenador del barrio del Carmen no ha sido capaz de enseñar en este tiempo. Los equipos que dirige Mir, como la mayoría de Segunda B, no se basan tanto en un modelo que busque exhibirse, más bien todo gira en torno a dos conceptos, seguridad defensiva y contagolpes rápidos que terminen por asfixiar al rival.

De hecho, algunas de las principales características del extécnico del Hércules son que sus dos mediocentros suelen ser casi siempre jugadores de contención, es decir, que en el caso de su plantilla actual los dos miembros con más papeletas son Armando y David Sánchez, aunque Mir es un profesional con experiencia que no va a olvidarse de un Adrián Cruz que, si mejora, va a ser también un jugador muy a tener en cuenta para el nuevo jefe del banquillo de Nueva Condomina. En esta tesitura, el gran ´sacrificado´ aunque haya que esperar hasta el partido del domingo en el campo del San Fernando para ver el primer once de Mir podría ser Diego Benito, el jugador con mayor calidad de la plantilla, pero que podría perder protagonismo cuando Mir quiera plasmar sobre el campo las anotaciones que ayer comenzó a hacer en su segunda sesión al frente de la entidad deportiva más importante de la Región.

En la defensa de Mir, en principio, no deben de notarse muchas diferencias a la que manejaba Paco García durante las últimas semanas, ya que Juanjo en el lateral derecho y Josema en el izquierdo parecen los grandes candidatos, mientras que la gran duda será quién acompañe a Golobart en el centro de la zaga. Los constantes cambios de Paco García en defensa han desquiciado a algunos jugadores, ya que Morante, tras completar una primera vuelta de matrícula, parece que ha perdido algo de ventaja en beneficio de un Borja Gómez que incluso podría encontrarse la titularidad también con el nuevo técnico.

Los jugadores de banda tampoco van a tener la función constante de desequilibrar y buscar centros, ya que en los equipos que ha dirigido el preparador valenciano hay otra característica que funciona en la Segunda B, pero que también se ve en el fútbol de superior categoría. Los extremos de Vicente Mir tienen que ser jugadores que, en un momento concreto, se conviertan en centrocampistas y sean capaces de aportar cosas al juego interior del equipo, lo que por otra parte habilita huecos para la subida de los dos laterales, por lo que Juanjo y Josema tienen toda la pinta de que pueden incluso asumir tareas mucho más ofensivas que las que han desempeñado hasta el momento. El centro del campo es la zona dónde más tiene para elegir el nuevo responsable del banquillo grana y una demarcación en la que Rubén Ramos también puede tener sus opciones, ya que Mir ha visto al futbolista de Leganés dando su mejor versión con la camiseta del Alcoyano y quizá recurra a los servicios del madrileño para unos puestos en los que la llegada tanto de Elady como de Rayco en el mercado de invierno no están dando el rendimiento esperado con sus contrataciones.

Teniendo en cuenta que el Murcia es un equipo al que le cuesta un mundo hacer goles tambiés es importante cómo concibe un poco el ataque el nuevo preparador grana. Vicente Mir, en la mayoría de sus equipos, suele disponer de dos delanteros en sus onces titulares, aunque uno hace la función de hombre de área, mientras que otro se convierte en el famoso falso ´9´. Víctor Curto, el fichaje que mejor rendimiento ha dado con tres goles, es un jugador muy importante para Mir y puede ser que el catalán sea el hombre de referencia, mientras que Sergi Guardiola obtenga un poco más de libertad desde la mediapunta. Aunque Rayco no esté ofreciendo su mejor versión en la entidad grana, se trata de otro jugador al que Mir ha visto en acción y conoce bien, lo suficiente como para que también siga siendo candidato a la titularidad el domingo, en una cita, la de San Fernando, que no será solo una prueba para el técnico, ya que la directiva espera también cierta reacción en la plantilla.