El balonmano regional rinde tributo a su memoria desde hace veintiún años. Desde entonces, gracias al tesón y empeño de Pepe Mora, uno de esos jugadores que dieron grandes días de gloria a este deporte en las décadas de los 60, 70 y 80, un nutrido grupo de veteranos se vuelve a calzar las zapatillas para recuperar durante una jornada esas sensaciones que vivían en canchas de Murcia, Cartagena, Cieza, Abarán y Yecla, donde jugaban al aire libre bajo un sol sofocador o una lluvia incesante.

El partido de la XXI Convención Anual del Balonmano, como ya es tradicional, volvió a acabar con empate en el marcador, en esta ocasión a once goles, y con una sonrisa dibujada en el rostro de todos y cada uno de sus participantes. Divididos en el equipo rojo y blanquiazul, saltaron a la pista Julián Fernández, Leopoldo Olmo, Tomás Parra, Juanjo Giráldez, Pepe Mora (con 76 años), Paco Díaz, Alfonso Ruiz padre e hijo, Alberto, José Manuel Cascales, Antonio Caravaca, Pedro Luis Gil 'Boti', Antonio Vidal, Silvestre Martínez Morote, Antonio Bastida, Antonio Estaca, Joaquín Díaz, Javi Mora y Adolfo Rodríguez. Como colegiados actuaron Ramón Romero, José Antonio Lorca y Salvador Escudero. En la banda también se encontraba una leyenda de este deporte en la Región, Tomás Torres 'El Negro', quien se llevó como recuerdo el balón firmado por todos los jugadores.

Los participantes en el choque pertenecieron a clubes que marcaron época como Real Murcia, OJE, Electricidad Marín, Fraymon, Paracaidistas de Tierra, Cedisa, Cordillera, Instalaciones Tarín, Iberhogar, Universitario Club de Remo, Serca Santomera, Loyola Trapa, Bazán Cartagena, Academias Pérez de Lema, AGA, Cieza OJE, Abaranera, Pilar de la Horadada, Repesa, Polvos Taka Tak y Colegio Mayor Ruiz de Alda, entre otros.

Después del partido y de una comida en el Club Taurino, como manda la tradición, la jornada se cerró con una cena en el Murcia Club de Tenis con la asistencia también de las mujeres de los jugadores y donde se rindió homenaje a Antonio Estaca y José Luis López Corral. Y para cerrar la velada, la actuación de Alfonso Avilés, quien puso la música con los acordes de las canciones más conocidas de Raphael y Frank Sinatra con las que arrancó los últimos aplausos de un día inolvidable.