Mérida debía haber sido un trámite a la espera del encuentro del próximo domingo en Lorca y, sin embargo, el partido ante el conjunto extremeño se convertía en un dolor de cabeza y además supone que el FC Cartagena deje el liderato que ha detentado en las últimas once jornadas. Otra vez una expulsión en la primera parte -en esta oportunidad de Sergio Jiménez- y jugar a contracorriente, que lo que originó un severo desgaste para los locales, que acabaron sucumbiendo tras dos zarpazos del Mérida, uno de ellos de Óscar Rico, quien se tomó su venganza tras salir hace dos semanas del equipo albinegro por la puerta de atrás.

Con 0-2 a 20 minutos para el final, Germán hacía el primero de su cuenta particular y ponía emoción para los instantes finales de un encuentro desigual desde que Jiménez decidiera, tras una mala decisión sobre el campo, hacer una falta que supuso su expulsión.

La tercera derrota en casa de la temporada y segunda en este 2017 supone un enorme traspié en las aspiraciones del Cartagena de ser campeón de grupo. Los albinegros pretendían llegar líderes a Lorca el domingo que viene y se convierten en aspirantes a partir de ahora ante un oponente que llega en su mejor momento, mientras que los de Monteagudo se encontrarán otra vez con la baja de otro futbolista habitual en el once.

Tal y como se pudo ver en el recinto albinegro, la expulsión lo condicionó todo muy pronto, porque aunque rindieron a un buen nivel en la primera parte, Eloy Jiménez supo jugar bien sus cartas tras el descanso y dotó al Mérida de velocidad para aprovechar el bajón físico del Cartagena. Aunque los emeritenses no se acercaron demasiado a las inmediaciones de la meta de Limones, cuando lo hicieron definieron con calidad.

Demasiado fácil se lo puso Sergio Jiménez al Mérida con la expulsión a los diez minutos. Al Cartagena le estaba costando encontrar a sus jugadores de medio campo, por lo que el canterano se retrasaba para coger el balón. En una de esas el delantero Cascón le quitó el balón y cuando encaraba solo hacia Limones, el jugador albinegro tuvo que hacerle falta para evitarlo. Con la cartulina roja el centrocampista dejó a su equipo con uno menos en el minuto 80 del encuentro.

Es la tercera ocasión consecutiva en que el FC Cartagena se queda con uno o dos jugadores menos esta temporada. Nada varió en el esquema previsto por el preparador para el choque. Eso sí, los albinegros tuvieron que cerrar filas, apretar los dientes y correr un poco más para que se minimizara el hecho de estar en inferioridad numérica.

En la primera parte el equipo albinegro no estuvo fino de cara a la portería, pero lo intentó con sus hombres bajos. Cristo, Isi Ros y Sergio García intercambiaban continuamente sus posiciones buscando un agujero donde poder penetrar en la defensa emeritense. Aprovechar la velocidad de García era una de las propuestas del bloque local, pero el zamorano no encontraba la manera de llegar a esos balones.

En el minuto 12 un balón interior a Sergio acabó con un disparo repelido por el portero tras tocar el balón en un defensor visitante.

Llorente lo intentó a balón parado en el 14', con un corner que casi se cuela directamente en la portería de Mandaluniz en el segundo palo. El bloque dirigido por Monteagudo tenía más chispa y además se sentía espoleado por un público que no estaba nada conforme con la actuación del colegiado andaluz Antonio Artacho. El trencilla se lo pasó en grande sacando amonestaciones. A la de Sergio Jiménez se le unió Cristo Martín por los locales y hasta cuatro jugadores visitantes en la primera parte.

Óscar Rico, que volvía a la que ha sido su casa durante la primera vuelta, tuvo la mejor ocasión para los suyos en el minuto 41, con una acción individual con lanzamiento alto al borde del área.

Rivero también probó suerte desde 30 metros en el 45, aunque su chut se marchó alto.

El Cartagena no sufría a pesar de estar en inferioridad numérica, porque tenía fuerza para acudir rápido a las transiciones y además fue más solidario en las ayudas al estar sin Jiménez.

En la segunda parte se tenía que notar los huecos que el Cartagena dejaría en defensa o en acciones a la contra del Mérida. El preparador visitante dio entrada a Hugo Díaz y Borja por Acine y Cascón -ambos con amarilla-. El Mérida ganó en velocidad y de ahí llegaron las dos acciones de gol. La primera por la derecha de la defensa cartagenerista, con un balón atrás que no llegan los zagueros y que encuentra Rico para, de un certero zapatazo, mandar el balón a la red. Siete minutos más tarde, en otra aproximación con varios efectivos del Mérida Romero se encuentra con un balón suelto al borde del área y dispara, con la mala fortuna para el Cartagena que toca un defensor y el esférico describe una pequeña vaselina ante la que Limones no puede hacer nada.

Tras ese tanto Monteagudo pone en el campo a Artiles y Hens, que junto con Germán -que saltó en el minuto 56- tratan de darle más vida al Cartagena. Los albinegros no tenían las ideas muy claras y a 20 minutos para el final el choque parecía casi sentenciado, hasta que una falta botada rápida para Cristo supone la acción del gol de Germán. El canario se la cede a su compañero y este remata de disparo cruzado a la meta de Mandaluniz.

Tres minutos más tarde una buena combinación en ataque pudo haberse convertido en el empate. Artiles recibía solo el balón en la zona izquierda del área grande. Le da tiempo al jugador a decidir qué hacer mientras se acomoda el esférico, pero en su intento de colocarlo de rosca al palo contrario, lo manda a las nubes.

En los minutos finales Mandaluniz recibía un impacto en la cara y todo se aletargó desde ese momento en beneficio de un Mérida que rasca, como ya lo hizo el Lorca o el Córdoba B en casa del Cartagena y le hace perder la fuerza que busca el equipo en su campo.