El FC Cartagena dio un golpe de autoridad en el estadio La Juventud de Mancha Real, tras ganar con solvencia al conjunto jienense y mantenerse en lo más alto del grupo cuarto, gracias a los goles de los cartageneros Sergio Jiménez y Arturo Rodríguez.

Cuando peor estaban las cosas esta temporada -dos pinchazos consecutivos precedían el encuentro-, el equipo dirigido por Monteagudo ha sacado a relucir la personalidad y el carácter que empezaba a perder en las últimas jornadas, para doblegar a un equipo más voluntarioso que preciso y sumar tres puntos que le hacen alcanzar ya los 44 y, junto con el Lorca, otear el horizonte ahora con un poco más de optimismo que hace tan sólo unos días.

Los pupilos del técnico albaceteño solventaron con mucha seriedad un partido que llegó tras una semana extraña por el gran número de cambios que se han producido en el seno del plantel. Las salidas de Chus Hevia y Óscar Rico y la previsible de Pablo Ortiz se unían a las llegadas de Llorente, Artiles y Juan Antonio Ros. En un equipo que marcha líder no todo el mundo entendía tanto movimiento, que puede desestabilizar el buen rollo reinante en este grupo.

A falta de ver cómo se adaptan las nuevas incorporaciones al bloque y cómo afecta la salida de pesos pesados en este conjunto, como los de los antes citados Chus y Rico, además de Fernando -que se marchó a principios de mes-, el FC Cartagena reaccionó con bravura ante un oponente que es muy irregular en su terreno de juego y que buscaba dar la sorpresa ante el líder. De ahí que el campo La Juventud se vistiera de gala para recibir al líder y, de paso, llevarse una alegría con su equipo.

Pero los jugadores cartageneristas volvieron a ser ese grupo solvente en defensa y más llegador que nunca. El FC Cartagena tuvo claras oportunidades en la primera y en la segunda parte para haberse ido de Mancha Real con un resultado incluso más abultado de ese 0-2 final.

Sergio Jiménez volvía a marcar un gol en liga nueve meses después y Arturo lo hacía por segunda semana consecutiva, por lo que el atacante cartagenero empieza a adecentar sus números esta temporada. Ya acumula seis tantos en lo que va de campaña.

Pero Isi Ros, Sergio García o el propio Quique Rivero también tuvieron sus opciones para haber anotado e incrementar más si cabe el electrónico.

Reconocía el propio técnico a la conclusión del encuentro que en su trayectoria como entrenador era la primera vez que decidía situar a dos pivotes de las características de Sergio Jiménez y Gonzalo Verdú juntos en un partido. Este doble pivote defensivo le dio mucha más consistencia al bloque albinegro, que ganó en autoridad en la zaga y evitó encajar un gol, algo que no había podido hacer en las dos jornadas anteriores.

Verdú, que ha sido una pieza clave en la primera vuelta en medio campo, volvía a este lugar en detrimento de Quique Rivero. El entrenador prefirió más trabajo y desgaste en el centro del campo, ya que en los partidos a domicilio Rivero suele perder esa chispa ofensiva que le caracteriza. Acertó de pleno Monteagudo, por lo que no es de extrañar que esta fórmula acabe repitiéndola en aquellos campos en los que el fútbol brilla por su ausencia.

Además, Isi Ros se convertía en titular en su tercera semana como cartagenerista y su papel fue más que destacable. Es verdad, por otro lado, que no está aún para aguantar los 90 minutos, por lo que fue relevado a la hora de partido, pero el jugador cedido por el UCAM Murcia volvió a ofrecer destellos de su calidad.

El tanto anotado por Sergio, en el minuto dos, cambió radicalmente cualquier planteamiento que hubieran preparado ambos entrenadores. El Cartagena sacó provecho a un lanzamiento de esquina de Ramírez. Sergio embocó a la red un balón prolongado del primer palo para hacer el 0-1. A excepción de la derrota anterior ante el Córdoba B, al Cartagena nadie le ha superado cuando se pone por delante. Saben los albinegros manejar bien los encuentros en este tipo de situaciones, y aunque quedaba aún un mundo para el final, el desarrollo del choque beneficiaba a los intereses visitantes.

Arturo tuvo una ocasión clara en el 38. Tras revolverse dentro del área, remataba a puerta en una buena oportunidad, en la que no pudo sorprender al meta Emilio. Un minuto más tarde, de nuevo a balón parado, Zabaco mandaba al poste en lo que estuvo a punto de convertirse en el 0-2.

Limones tuvo que evitar el empate en una última acción de la primera parte. Su estirada, tras robar el balón un atacante local después del error de Sergio García, fue crucial para no encajar en ese momento tan sensible.

En la segunda parte el Mancha Real apretó en los primeros minutos, con la intención de igualar el choque cuanto antes y poner en jaque al líder de la categoría. Pero Isi Ros también puso en aprietos a la defensa local al galopar solo y plantarse ante el portero local. Resolvía bien el jugador albinegro, pero tras regatear al cancerbero, su disparo se marchaba escorado.

Llorente, un recién llegado al equipo, saltaba al campo en el minuto 67. Cinco minutos más tarde era Moisés quien remataba un balón tras una falta botada por Ramírez. El esférico se marchó fuera por poco.

Un minuto más tarde, en el 72, Arturo logra salvar al portero, pero en la acción se escora demasiado, por lo que cede el balón a Juanlu y éste, que había saltado al campo en sustitución de Isi Ros, mandaba el cuero a las manos del guardameta.

El que no perdonó fue Arturo en el 75, gracias a una gran galopada de Jesús Álvaro. El defensa grancanario cedía a Juanlu y éste decidió ponerla en corto a Arturo, para que el cartagenero se limitara a empujar al fondo de las mallas. El segundo gol era un premio al buen fútbol exhibido por el Cartagena en Mancha Real.

Los tres puntos de ayer, unidos a los tropiezos del Marbella, Villanovense, Melilla, Jumilla, Real Murcia o Mérida facilitan que las distancias con el quinto clasificado se amplíen a ocho puntos y a tres con el tercer clasificado.

El Cartagena vuelve, por fin, a recuperar la sonrisa tras unas semanas de bajón.