Los cuatro equipos de la Región de Murcia que militan en Segunda División B caminan entre los ocho primeros del grupo cuarto de esta categoría. Si tuviéramos que otorgar una puntuación general, daríamos una buena nota porque al menos tres de los cuatro conjuntos están cumpliendo las expectativas y tan sólo el Real Murcia anda en ese camino de mejora que parece que nunca termina de alcanzar.

Destacan positivamente el FC Cartagena, que lidera la clasificación general con 40 puntos, y el Lorca FC, que en estos momentos es cuarto clasificado con 35 puntos, empatado con el tercero y a uno del segundo clasificado. Un escalón por abajo se encuentra el Jumilla, sin duda alguna la noticia más agradable de los cuatro en esta primera vuelta. El bloque entrenado por Pichi Lucas está a tres puntos del play off por el ascenso y ha presentado su candidatura a ser el equipo sorpresa de la temporada. Su fortaleza en casa y la seriedad defensiva que demuestra a domicilio le han dado una de las candidaturas a ser un 'gallito'.

El Real Murcia, por su parte, anda haciendo lo que en términos ciclistas se dice como 'la goma'. Ahora es séptimo con 30 puntos pero le ha costado 14 jornadas saber, qué es lo que quiere y hasta dónde puede llegar.

El líder es un Cartagena entrenado por Alberto Monteagudo, que ha tenido como base de su éxito conseguir mantener un bloque importante de futbolistas de la temporada pasada. El conocimiento de la plantilla del preparador albaceteño y que la mayoría repitan bajo sus órdenes ha facilitado que las cosas hayan funcionado bien casi desde el comienzo de la temporada. Se ha mostrado este FC Cartagena como un bloque sólido tanto en casa como a domicilio, pues ha sido capaz de sumar los mismos puntos en el Cartagonova y lejos de él. Seriedad defensiva, talento en medio campo y una segunda línea en ataque muy efectiva, han sido las garantías para estar en lo más alto de la tabla clasificatoria, arrebatándole el lugar al Marbella, que en ocasiones parecía el equipo invencible del grupo.

La llegada de Gembao al Lorca supuso una revitalización del proyecto en la ciudad, con un bloque de futbolistas tan bien valorados como pagados. Sin embargo, en este paradigma de buen proyecto falló el arranque y el lunar negro de unos primeros partidos con luces y sombras -tres derrotas, dos victorias y un empate- provocaron la destitución de Iñaki Alonso de su banquillo en la cuarta jornada liguera. Julio Algar, que estaba entrenando al filial, se hizo cargo del equipo y aportó tranquilidad y armonía. No necesitó dar un golpe encima de la mesa para demostrar que es el que manda, porque los jugadores entendieron desde el primer momento su mensaje de fútbol como juego solidario, para acabar con esa inestabilidad que se cernía en su paisaje, para ir ganando enteros y encadenar hasta diez jornadas sin perder. Sus dos últimos partidos los ha solventado con seis goles a favor y dos en contra, motivo más que suficiente para alimentar las esperanzas de su afición.

El Jumilla, tal y como antes indicábamos, es el equipo con el que nadie contaba y que se ha colado sin que nadie lo esperase. Pichi Lucas ha exprimido al máximo a sus futbolistas, hasta convertir a este Jumilla en un conjunto muy bien armado de medio campo hacia atrás y tremendamente peligroso cuando tiene el balón en los pies. Ahora es quinto, aunque ha estado situado entre los cuatro primeros en muchas jornadas -segundo, tercero y cuarto-. Ha convertido el municipal de La Hoya en un campo casi inexpugnable -ocho victorias sobre diez partidos-, lo que le hace ser el mejor conjunto en casa. Además, rentabiliza al máximo sus goles a domicilio -dos- para haber logrado dos triunfos y tres empates.

El Real Murcia es el club de la Región que probablemente se encuentre con carbón debajo de su árbol de Navidad el día de Reyes. Los de Paco García han esprintado en los últimos cinco encuentros para sumar 12 puntos que le han ayudado a escalar hasta la séptima posición con 30 puntos.

El equipo grana ha mostrado sus vergüenzas de manera pública no solo a domicilio -cinco derrotas-, sino también en su campo contra equipos como La Roda o el San Fernando. A los futbolistas de Paco García les ha faltado carácter sobre el campo e intensidad, pero sobre todo saber qué es lo que debían hacer cuando los partidos se les atascaban. La falta de recursos ha sido una constante en un equipo al que le ha fallado la pegada y que a domicilio ha bajado las manos muy pronto en unos cuantos partidos.

Si el FC Cartagena y el Lorca estarán disfrutando de sus vacaciones a sabiendas de haber hecho bien sus deberes y el Jumilla pensará que tiene mucho todavía que decir en la competición, al Real Murcia le toca nadar a contracorriente, ya que los errores en la segunda vuelta no dan posibilidad de rectificaciones y son muchos los equipos que aún tiene por delante para dar el salto definitivo para ser candidato.