El FC Cartagena ha conseguido el equilibrio perfecto en la primera vuelta de la competición liguera. Sus cuarenta puntos -iguala el récord obtenido en la campaña 05/06- proceden a partes iguales del estadio Cartagonova como de terrenos de juego complicados por la dureza del rival -Jumilla, Real Murcia o Mérida entre otros-, o por las complicaciones que se derivan de dichas campos de fútbol -Extremadura, San Fernando, Villanovense, etc.

Lo cierto es que el bloque dirigido por Alberto Monteagudo ha sido capaz de ir evolucionando en su método para mejorar aquellas parcelas que se consideran necesarias para sacar la mayor rentabilidad a cada uno de sus encuentros. Así, si en casa el FC Cartagena destaca por su capacidad anotadora -19 goles en 9 partidos-, lejos de ella lo mejor que tiene es la fortaleza ofensiva que exhibe, pues tan sólo ha recibido cinco goles en las diez salidas que ha tenido que hacer a domicilio en la primera vuelta. Es más, en esas diez jornadas lejos del Cartagonova ha encajado goles en tan sólo cuatro encuentros, por lo que ha sido capaz de dejar su portería a cero en seis ocasiones.

El camino hasta conseguir los mejores resultados del grupo lejos del Cartagonova del grupo no ha sido ni mucho menos fácil. El entrenador ha pasado auténticos dolores de cabeza después de partidos como aquel que perdían ante El Ejido en la jornada cuarta -1-0-, la derrota frente al Real Jaén de la jornada decimotercera -2-0- o el empate en Melilla de la jornada octava -1-1-. Decía el preparador tras caer contra el Jaén hace seis semanas que unas circunstancias como aquellas ya las había sufrido dos veces, pero trataría de que no le ocurriera una tercera vez. De ahí que decidiera aplicarse en defensa y, a fuerza de no encajar, los triunfos se han convertido en una constante.

Podemos observar que el FC Cartagena cada vez se siente más cómodo, a la vez que seguro, cuando tiene que jugar fuera, y las pruebas demuestran que en las últimas seis jornadas, desde la decimocuarta hasta la decimonovena, los albinegros han sacado casi el doble de puntos a domicilio que en el Cartagonova -9 frente a 5-, manteniéndose firmes en el liderato gracias a su buen hacer cuando les toca viaje.

Ahora que al FC Cartagena le cuesta más solventar sus partidos en el estadio municipal cartagenero es cuando han sabido ofrecer su mejor versión fuera, con 20 puntos en diez jornadas que supone el 66% de los puntos que han disputado.

En casa el FC Cartagena se mostró como un equipo intratable al comienzo y, si bien es cierto que tuvo un tropiezo en la jornada séptima frente al Lorca, conseguía ganar los otros cuatro encuentros con facilidad -12 goles a favor y 5 en contra-. Su juego era vistoso y suponía un soplo de aire fresco en una categoría algo aletargada cuando sus futbolistas tienen que exhibir las habilidades adquiridas. Pero conforme ha ido evolucionando la temporada, al equipo de Monteagudo le ha costado cada vez más resolver en el Cartagonova sus compromisos; Villanovense y Linense son una buena prueba de ello. En ambos encuentros empezó el bloque albinegro perdiendo y en ambos le tocó tirar de coraje para igualar. Parece que uno de los problemas que haya podido surgir es la autocomplacencia que han tenido los futbolistas en estos partidos y ante estos rivales. La superioridad ha podido jugarles una mala pasada y no mantener la intensidad y el esfuerzo al máximo nivel ha estado a punto, en ambos encuentros, de acabar siendo derrotados.

El bloque entrenado por Monteagudo busca la fórmula para agradar en casa y amarrar fuera, y pese a los inconvenientes que ha tenido que ir sorteando a lo largo de estos cuatro meses, está en el camino de conseguirlo, por lo menos más que ningún otro del grupo.