El Lorca FC sufrió una severa y merecida derrota ante el Córdoba B, un equipo que estaba en puestos de descenso. Debutó en el banquillo local el entrenador del juvenil, Carlos Losada. La actuación del conjunto lorquino rozó el más clamoroso ridículo. Sin esquema de juego, sin ideas, andando y jugadores que estaban en el campo como postes, es impensable pensar que este equipo pueda llegar a conseguir algo importante.

Se rompió una racha de diez partidos sin perder. El equipo de Algar llevaba varios partidos jugando en el alambre, coqueteando con el porrazo y el golpe llegó ayer y de qué manera. Xu Gembao podría tomar decisiones para el banquillo. Algunos jugadores están pidiendo a gritos ser relevados en el mercado de invierno debido al bajón en sus prestaciones.

El Lorca FC, que jugó ayer de rojo, buscó desde el pitido inicial alargar el campo con la intención de estar cerca del área local el mayor número de veces a la vez que tocaba impedir que el Córdoba B hilvanara su juego desde atrás con comodidad. Algar volvió a dar entrada de inicio al jugador del filial Juanra, quien compartió la parcela ancha con Cristian Bustos. Finalmente Chumbi superó la prueba y salió de inicio con un hipermotivado Carlos Martínez de enganche. Este se enfrentaba al equipo donde se formó. El entrenador lorquinista se inventó a Manu Onwu de extremo derecho, muy lejos del área, su hábitat natural.

Los lorquinos estaban controlando el partido excepto cuando Moha Traoré penetraba por la bana derecha. Entre la velocidad de este y una vez más, la endeblez defensiva de Pomares, hizo que el filial cordobesista tuviera un auténtico filón por ahí.

El Lorca asustó a los veintidós minutos. Buena internada de Urko Arroyo por la izquierda pero se equivocó en el pase cuando se encontraba en una posición inmejorable para hacer algo mejor. Ese fue todo su bagaje ofensivo en los primeros cuarenta y cinco minutos. Solo dos minutos después, el Córdoba B pudo marcar. Moha Traoré se marchó de Pomares, buen centro y tras varios rechaces remató a placer González, pero Borja García evitó el gol con su cuerpo. Fue un aviso, ya que en la siguiente acción llegó el tanto. Nadie ponía remedio al socavón que el conjunto lorquino tenía en el lateral izquierdo y el Córdoba B a través de Moha Traoré bien que lo agradeció. Volvió a hacer lo que quiso con Pomares, centró raso y Antonio López, en su intento por despejar, introdujo el cuero en su portería.

El Lorca estaba siendo una caricatura de equipo. No daba más de dos pases seguidos, no mostraba argumentos ofensivos y estaba decepcionando a todos. El Córdoba se sabía la lección. En realidad se la saben todos los equipos, pero Julio Algar no pone remedio. Balones a la derecha de su ataque, ya que Pomares es un chollo para cualquier extremo en estos momentos.

Traoré se plantó ante Dorronsoro, disparó pero detuvo el meta lorquinista. Con más pena que gloria en el haber del Lorca FC se llegó al descanso con triunfo mínimo de los locales.

La peor primera parte de los lorquinos en lo que va de temporada. A los cuatro minutos, Algar decidió introducir una variación el centro del campo. Poley por Juanra. En los primeros quince minutos del segundo acto, el Lorca dispuso de ocasiones más que suficientes para darle la vuelta al partido. Onwu recibió de Carlos Martínez, pero el uno contra uno con el meta lo ganó. Seguidamente, otra vez Onwu envió fuera sin portero. Después, no acierta en la salida Marc Vita y la vaselina de Chumbi se marchó por encima del larguero. Un instante después, jugadón de Carlos Martínez que cedió a Chumbi, cuyo disparo lo repelió el meta con un paradón. El Lorca estaba arriesgando y era otro bien distinto al de la primera mitad, pero fue un espejismo.

Con tanto perdonar se temía lo peor ya que la zaga del Lorca, esta temporada, deja mucho que desear. Y ocurrió. Cada vez que llegó el Córdoba B a la meta de Dorronsoro fue gol. Jugadas muy rápidas, aprovechando la pasividad de los estáticos jugadores visitantes, permitó que el descosido llegara. A los 70 minutos Vázquez, de cabeza a la salida de un córner, marcó.

Imperdonable que le marquen goles a balón parado al Lorca con los defensores tan grandes que tiene en la plantilla. Siete minutos después David Moreno, de disparo raso, y un minuto después, Moha Traoré puso la puntilla solo ante el meta visitante. Auténtico desastre de partido de los lorquinos, que solo tuvieron quince minutos decentes.