El UCAM Murcia entró anoche en la Eurocup por la puerta grande. La primera experiencia europea, en los 31 años de vida del club, no pudo salir mejor. El equipo de Óscar Quintana, entrenador universitario, mostró su mejor versión. Mantuvo la calma cuando fue necesario, tiró de experiencia cuando el cronómetro amenazaba y no dudó en darle las menores oportunidades posibles a su rival. El Buducnost Podgorica de Montenegro fue la primera vícitma de un Palacio que tiene claro que si se quiere prolongar el sueño europeo todo pasa por atar la mayor cantidad de partidos posibles en casa.

El UCAM saltó agazapado a la pista. La presión por anotar los primeros puntos en Europa y el marcaje en los saques de fondo a Campazzo y Benite descuadró a los universitarios en el inicio. Un arranque en el que comprobaron que debían de poner algo más que músculo para frenar al conjunto montenegrino (0-4). La primera canasta europea de la historia del club llegó de las manos de Marcos Delía, el argentino fue el único en mantener la mente fría en los primeros minutos y hacer lo que estaba marcado en el guion mientras que su equipo se veía superado en el rebote defensivo una y otra vez.

Sin embargo, poco a poco el UCAM se fue desperezando y Benite consiguió igualar el marcador (8-8). Con las rotaciones, Billy Baron demostró su idílio con la Eurocup y anotó el primer balón que tocó con un tiro de unos seis metros. Con el americano en pista Campazzo se mostró más cómodo para hacer de las suyas y el escolta anotó un triple y otra bandeja, completamente solo, para cerrar el primer cuarto (19-16).

Óscar Quintana aprovechó al máximo los instantes previos al segundo cuarto para dar instrucciones desde su pizarra. Los universitarios arrancaron con buen pie el segundo capítulo del encuentro bajo la batuta de Pedro Llompart, aunque el juego se vio mucho más interrumpido por las faltas. Vlado Scepanovic, entrenador del equipo montengrino, puso en pista a Reynols y Williams para darle un giro al juego a los suyos, pero un triple de Faverani amplió la renta a nueve puntos (25-16).

Ovie Soko, que hasta entonces no había entrado en juego, saltó muy acelerado a la cancha del Palacio y se vio muy superado en el juego interior, lo que le llevó a cometer pronto tres faltas que le enviaron de nuevo al banquillo. Faverani tuvo sus más y sus menos con Suvovic, tras una caída del brasileño en una jugada de ataque en la que se hizo daño en el tobillo, y en la siguiente jugada descargó toda la rabia contenida con otro triple (28-20). Llompart, con otros tiros exteriores consecutivos, elevó la ventaja hasta los diez puntos (34-24). Sin embargo, a partir de ahí, Savovic y Nikolic hicieron mucho daño a la defensa universitaria y el Buducnost se marchó tan solo dos puntos por debajo en el marcador tras un triple de Savovic sobre la bocina (38-36).

Dos minutos y medio le costó anotar al UCAM en la segunda parte hasta que Nemanja Radovic consiguió sus primeros puntos, en un dos más uno, ante el equipo con el que debutó en la Eurocup (41-40). El interior montenegrino y Baron, junto a Delía, Rojas y Campazzo, le dieron aire al equipo murciano en el inicio de la segunda parte que solo permitía al Buducnost Podgorica lanzar a la desesperada desde la línea del triple (45-40). Fue difícil mantener un ritmo constante de canastas durante el tercer cuarto, hasta que los de Quintana consiguieron abrirse huecos, como el propio Radovic, Benite o un Rojas que tiró el Palacio abajo con un triple, más tiro adicional, para neutralizar un mate de Shawn James y el brasileño redondeó la fiesta de la grada con otro lanzamiento de tres que puso de nuevo los diez de ventaja (57-47). El Buducnost no encontraba la forma de hacerle daño al UCAM, pero no le perdió la cara gracias a un Shawn James potente en la pintura (60-52).

Un triple de Subotic y un buen movimiento del exjugador del Bilbao Basket en el poste bajo cambiaron el escenario del último cuarto (62-57). El Buducnost se resignaba a marcharse con una derrota en el primer choque de la Eurocup ante el equipo debutante de la competición, pero el UCAM supo estirar el chicle. En el arranque de los últimos cinco minutos Martynas Pocius, curtido en mil batallas en Europa, dio oxígeno a los suyos con una entrada a canasta y un triple, dos jugadas que también repitió Vítor Benite (76-67).

No obstante, el conjunto montengrino apretó en los instantes finales. A menos de dos minutos rozaron los cinco puntos de diferencia, pero al UCAM no le tembló el pulso y siguió cocinando su victoria a la que Campazzo puso la guinda con un triple desde unos ocho metros (86-77).