El fútbol, como cualquier otra disciplina deportiva, esconde siempre detrás de sus protagonistas pequeñas historias que hacen sonreír a la gente. En este caso, la estrella de este relato se trata de una no nata que llegará a lo largo de este mes de octubre, como buen bebé, con un pan bajo el brazo. Y también con un abono del UCAM Murcia.

No sabemos si cuando Rut Pardo Guardiola crezca desarrollará el mismo cariño hacia los colores azul y dorado que el resto de su familia, pero la iniciativa va acompañada de una predisposición muy sugerente. Una decisión tomada por sus progenitores, José Ángel y Teresa, de 27 y 24 años, respectivamente, que desde que han saboreado las mieles del fútbol en el estadio de La Condomina se resisten a abandonarla.

El propio José Ángel, futbolero pero sin colores definidos a lo largo de su juventud, confiesa sentirse especialmente atraído por el UCAM Murcia por el hecho de ver representados los valores católicos en un mundo tan abismal como es el del deporte. Sin duda, ser profesor de Religión repercute en el cariño especial que siente hacia los colores azul y dorado. Teresa, por su parte, ha ido abandonando su pasión por el fútbol con el paso del tiempo, aunque confiesa que en su adolescencia fue seguidora acérrima del Ciudad de Murcia. Sin duda, su formación como Trabajadora Social o la maternidad han terminado por tirar la puerta abajo.

Tras charlar con ellos, puede observarse que el punto en el que se unen ambas rectas es el vetusto estadio murciano, detonante de una atracción que va camino de arrastrar, como mínimo, a tres generaciones. El padre de Teresa y abuelo de la criatura, atraído por el regreso del fútbol al centro de Murcia, dispensó un abono familiar para los suyos, ecuación en la que entra en acción José Ángel. El futuro papá encara, después de sentirse representado por el club universitario, su tercera temporada como fiel abonado junto a su suegro, y próximamente, junto a su hija.

La propia Rut, además, ha tenido el honor de convertirse en el primer simpatizante bebé del UCAM Murcia. Aunque su afiliación esconderá un honor doble, al tratarse en adición del primer no nato cuyos padres deciden hermanar con la entidad deportiva y católica. Dos disciplinas probablemente lejanas, pero que en el peor de los casos, nos pueden regalar momentos especialmente entrañables. O al menos eso podrán pensar nuestros tres protagonistas de hoy, que culminan un año 2016 absolutamente extraordinario en el ámbito personal y familiar, y como, también en lo deportivo gracias a su UCAM Murcia.