Que el Real Murcia sigue estando lejos de lo que se espera de un candidato al ascenso es un hecho. Así lo muestran los resultados conseguidos hasta el momento, cuando se han disputado las primeras cuatro jornadas de Liga en el Grupo IV de Segunda División B. Dos victorias y dos derrotas dan forma a un bagaje que deja al descubierto que al equipo grana todavía le faltan aspectos por pulir. La propuesta futbolística que pregona su entrenador, Paco García, apenas se ha dejado ver en los partidos disputados como local, frente al Mérida y al Lorca Fútbol Club, brillando por su ausencia cuando a los futbolistas les ha tocado plasmarla lejos del amparo de su afición, como se pudo ver en los terrenos de juego del Villanovense (en el campeonato liguero), del Atlético Sanluqueño (en la Copa del Rey)y, más recientemente, del Fútbol Club Jumilla.

Las dudas que ha suscitado el irregular inicio de curso, sin embargo, no han servido para modificar la hoja de ruta del técnico murciano, que en la rueda de prensa previa al choque de esta mañana frente al Melilla (11.30 horas, La7 TV) se expresó de manera rotunda: «No tenemos dudas. Sabemos que nos faltan cosas pero estamos ante el modelo más complejo, que tanto el cuerpo técnico como la plantilla creemos que es el más efectivo para ganar, para competir y para poder conseguir objetivos».

La derrota sufrida el pasado domingo en el Polideportivo Municipal la Hoya es el espejo en el que se mira el vestuario. Allí se vio a un conjunto murcianista con serios problemas a la hora de fabricar oportunidades de gol, algo que Paco García pretende solucionar encontrando «el equilibrio entre el inicio de juego del equipo y la llegada de los jugadores a la zona de gol», tal y como explicó en la víspera de un partido que, una vez más, servirá de examen a sus hombres. Y es que enfrente estará el actual segundo clasificado del Grupo IV, cuyos números (tres triunfos, un empate, nueve goles a favor y tan solo uno en contra) y fortaleza defensiva exigirán la mejor versión del Real Murcia, que ante la mirada de su público está obligado a reencontrarse con una victoria que le ayude a instalarse de nuevo en la zona alta de la clasificación.

Para ello podrá echar mano de la práctica totalidad de los integrantes de su plantilla, a excepción de los lesionados Germán y Rubén Ramos y el sancionado Adrián Cruz. Tampoco estará, en principio, el guardameta Diego Rivas, que esta semana no ha podido ejercitarse en plenitud debido al fuerte golpe sufrido en Jumilla, por lo que será el canterano Simón Ballester el que defienda la portería, mientras que el recuperado Golobart iniciará el duelo en el banquillo.