El ciclista ciezano del equipo Movistar José Joaquín Rojas aseguró, un día después de ser operado de la fractura abierta de tibia y peroné que sufrió la pasada semana, en una caída que se produjo en la edición número 71 de la Vuelta a España, que ya tiene sus miras puestas en «empezar la próxima temporada» en febrero de 2017. «Continuaré en el Movistar Team hasta el año 2018 y espero que sea durante mucho más tiempo», señaló el propio corredor, de 31 años de edad, durante una rueda de prensa que tuvo como escenario el hospital de Molina, donde recibió el alta.

El murciano se fue al suelo mientras tomaba una curva a la derecha siguiendo la trayectoria de uno de los coches de carrera, durante el descenso del alto alicantino de Tollós y pasó por debajo del guardarraíl, lo que agravó la caída. «Queda un mes de temporada, me pierdo el Europeo y el Mundial, pero espero empezar la próxima campaña el próximo mes de febrero y que este percance no haya sido un parón en mi carrera», resaltó en una auténtica declaración de intenciones con vistas a su futuro más inmediato.

El dos veces campeón de España, en 2011 y este mismo año, se encuentra bastante animado después de la tremenda caída que sufrió el pasado sábado en la penúltima etapa de la Vuelta, entre Benidorm y el alto de Aitana, y aseguró que está «tranquilo» porque «el equipo ha confiado» en él.

José Joaquín Rojas fue intervenido quirúrgicamente por el traumatólogo Juan Francisco Abellán bajo la supervisión del doctor Francisco Esparza. Precisamente, Abellán dio detalles de la lesión: «La fractura hizo que el hueso rompiera la piel de dentro hacia afuera, por lo que el pronóstico depende mucho más de la curación de los tejidos que rodean el hueso que de éste en sí». «Este tipo de lesiones -comentó- tienen un mayor riesgo de infección, lo que complica el pronóstico y precisamente para evitarla se procedió a un lavado inicial abundante y a colocar una fijación externa».

La operación consistió en quitar el fijador externo colocado en la primera atención recibida por el ciclista para evitar que el hueso fracturado se moviera y en colocar un clavo intramedular, que permite que el hueso se consolide en buena posición y que pueda empezar a apoyar la pierna precozmente, con lo que la recuperación es más rápida.