El Cartagena sumó ayer en el Nuevo Arcángel su segunda victoria de la temporada, que le permitió acostarse como líder del grupo IV de Segunda B. Los albinegros, autoritarios y con decisión, maniataron al Córdoba B, reducidos al potente Traoré, gracias a una estupenda actuación de Óscar Rico. El ilicitano dribló, combinó con sus compañeros, puso centros y hasta disparó a puerta. Fue el mejor de partido y lo único que le faltó fue el gol. Los de Monteagudo pudieron pagar muy caro no rematar la faena en la segunda parte, donde Alberto Quiles empató en el 79 y el zamorano Sergio García (y su enorme velocidad) tuvo que acudir al rescate a cinco minutos del final, casi sobre la bocina.

El entrenador del Córdoba B, Luis Miguel Carión, repitió el once que ganó hace una semana en el estadio Iberoamericano de San Fernando, gracias a los goles de Moyano y Traoré, que jugó por detrás del delantero Quiles. El Cartagena, por su parte, también había ganado al Linares Deportivo en su estreno liguero y su técnico Alberto Monteagudo no quiso tocar su alineación. La única novedad, eso sí, fue la entrada del centrocampista Quique Rivero, baja hace siete días, en detrimento del joven Pablo Ortiz. Fernando, el máximo goleador de la pretemporada albinegra, también salió de inicio.

El Cartagena arrancó el encuentro con personalidad y decisión, directo a la portería de un Vítor con bastante trabajo desde el primer minuto. El conjunto albinegro salió al césped del Nuevo Arcángel, irregular por varias calvas, directo a montar la tienda de campaña en campo contrario. El protagonista del tramo inicial era Óscar Rico, el extremo izquierdo, muy activo y que no dejó de agitar el ataque de su equipo. A base de centros al área puso en aprietos a la defensa blanquiverde, compacta pero sin respiro. En uno de esos envíos, Mena tuvo que despejar a saque de esquina.

El equipo de Monteagudo siguió a lo suyo. Un nuevo balón entre líneas, esta vez de Rivero, a punto estuvo de cazarlo de Fernando. Vitor, atento, leyó antes la jugada que el pileño. Los de Carrión, atónitos, respondieron gracias a la verticalidad de Moha Traoré, el único futbolista con el suficiente colmillo como para poner en aprietos a la defensa albinegra. Su potencia fue lo más destacado del filial. Un dolor de cabeza continuo. Primero, el de Mali probó a Limones con un disparo de larga distancia; luego, Alberto Quiles estuvo muy cerca merced a un centro suyo desde la banda izquierda.

Mientras tanto, Óscar Rico continuaba a lo suyo. El encuentro era un toma y daca sin pausa, salvo cuando el futbolista ilicitano entraba en acción. Al jugador se le vio suelto y sin ataduras en el ala izquierda, desmelenado. De hecho, en el minuto 18 protagonizó la acción del 0-1. Un fallo incomprensible de Vitor en el saque de puerta acabó en las piernas de Rico: asistió a Juanlu y este empujó sin demasiada complejidad al fondo de la red. Lo había merecido el cuadro visitante, todo empuje y claridad de ideas. Entró al partido con buena temperatura y muy pronto obtuvo su premio.

El mejor momento del Córdoba llegó precisamente a raiz del gol de Juanlu Hens. Traoré, una vez más, era un incordio para la defesa cada vez que el balón pasaba por sus botas. El equipo de Luis Miguel Carrión se estiró entonces, equilibró la balanza, encontró espacios y volvió a poner a trabajar a Limones. El portero del Cartagena, ágil y con estatura, detuvo dos disparos a Sebas Moyano. El primero, de lanzamiento de falta directa. Tan difícil era apuntar desde tan lejos a la portería como responder al torpedo del jugador blanquiverde. Limones lo hizo con solvencia y sin tapujos, al igual que dos minutos después, en un tiro desde la frontal.

Una vez iniciada la segunda parte el Cartagena echaba de menos cerrar el partido. El marcador era de justicia pero demasiado corto para encarar los segundos cuarenta y cinco minutos. Los de Monteagudo lo intentaron una y otra vez, sin freno y sin descanso alguno. El que más cerca estuvo de matar el encuentro fue el excordobesista Arturo Rodríguez, que entró en sustitución de Fernando. El delantero cartagenero dispuso de tres ocasiones clamorosas para estrenarse con la elástica albinegra.

Sergio García, decisivo

Las tres oportunidades se las sirvió en bandeja Óscar Rico, cómo no, que dejó su puesto a Sergio García. El Cartagena terminó pagando caro o cerrar el partido a tiempo, y Alberto Quiles puso las tablas a falta de diez minutos para el final.

Como ya ocurrió ante el Linares, la salida de Sergio volvió a decidir el partido. Con su velocidad y sus carreras, el zamorano se deshizo de un duro defensor, que le agarró por el camino, y metió el 1.2 en el 85. Los albinegros aguantaron el resultado a capa y espada en los cuatro minutos de prolongación y suman seis de seis puntos posibles en este inicio liguero del grupo IV. El Cartagena salió del Nuevo Arcángel a hombros de Óscar Rico.