Después de varios días de incertidumbre, la llegada de Alberto Quintana al FC Cartagena ya es oficial. La cesión del mediocentro gaditano a la entidad albinegra estaba cerrada desde la semana pasada, pero el Cádiz, su anterior club, no dejó marchar al futbolista hasta que no ató a un sustituto para su demarcación. Además, las numerosas bajas que acumulaba en esa parcela del campo provocaron que Quintana disputara unos minutos en el debut liguero del conjunto andaluz contra el Almería. Sin embargo, el fichaje de Eddy Silvestre dio vía libre a la cesión del canterano.

Con esta nueva incorporación, Alberto Monteagudo dispone de un mediocampo completísimo, en el que aúna distribución de juego, equilibrio táctico y llegada al área. Por si no fueran suficientes la excelsa calidad que se le presupone a Quique Rivero, la explosión de Sergio Jiménez como el pilar del equipo, o las excelentes sensaciones que ha dejado Pablo Ortiz durante la pretemporada, el Cartagena ha decidido sumar un nuevo efectivo en esa línea. Quintana es un futbolista de solo 20 años con un futuro prometedor que ha decidido dejar su tierra natal y el club en el que llevaba desde categoría infantil en busca minutos para desarrollar su proyección.

Puede parecer que estamos ante ese hipotético pivote defensivo que pretendía el club durante el verano, después del fichaje frustrado de Álex Albistegi para esa demarcación. Sin embargo, Quintana no responde a ese corte de futbolista, ya que es un jugador bajito (solo mide 1,72), que destaca más por su capacidad creativa y asociativa con el balón en los pies que por sus aptitudes para destruir el juego del rival. Por tanto, los minutos que dispute serán como pareja de Sergio Jiménez en la parcela ancha, y no como su sustituto, e incluso puede adaptarse a jugar en la mediapunta.

Ante este panorama, Monteagudo tendrá que decidir cuál es el mejor acompañante del pivote de Los Belones. Aunque Quique Rivero partía como favorito, la afición albinegra aún no ha visto lo mejor de él. Pablo Ortiz se ganó la confianza del entrenador durante los amistosos veraniegos y fue titular en el encuentro frente al Linares por la sanción del cántabro. Alberto Quintana se incorpora ahora a esa dura pugna para llevar el timón del juego del Cartagena, aunque parte rezagado en esa pelea debido a su inexperiencia y a que ha sido el último en llegar. El joven jugador andaluz aún tiene que demostrar si tiene calidad suficiente para asumir esa responsabilidad, y si es capaz de adaptarse al estilo de su nuevo club.

Quintana disputó un total de 11 partidos con el Cádiz durante la temporada pasada, en la que el conjunto amarillo consiguió ascender a Segunda División. Aunque empezó contando con minutos, su participación decayó a lo largo de la campaña, y no consiguió ganarse la confianza del técnico, Álvaro Cervera, que llegó a principios de año. Sin embargo, Quintana dejó muestras de su calidad en el Ramón de Carranza, estadio al que espera volver como un futbolista más curtido. El pasado viernes, el conjunto gaditano debutó en la categoría de plata, después de varios años en el pozo de la Segunda B, y lo hizo con un empata a uno contra el Almería. El nuevo fichaje del Cartagena saltó al campo en la segunda mitad y disputó sus primeros 25 minutos en LaLiga 2.

Ante este panorama, todavía está por decidir si el costamarfileño Adama Fofana, que también ocuparía plaza de sub-23, tendrá ficha del primer equipo. El jugador de origen africano estuvo cedido el curso pasado en el CD Algar, y es posible que alterne la primera plantilla con el filial, a pesar de que ha entrenado durante toda la pretemporada a las órdenes de Monteagudo.

En cualquier caso, la diversidad de opciones con las que cuenta el técnico manchego garantizan que esa línea del campo no va a ser un problema esta temporada, y la competencia por ese puesto puede dar días de gloria a la afición cartagenerista.