Para muchos empezar es recorrer la mitad del camino. Y empezar bien es avanzar por un camino mucho más agradable. En los últimos siete años el sendero de Nueva Condomina recibía a los entrenadores con una puerta de alambres y espinas. José González, Iñaki Alonso, Gustavo Siviero, Onésimo Sánchez, Julio Velázquez, José Manuel Aira y José Luis Acciari debutaron en el estadio murcianista con mal pie. Hasta ayer.

Paco García se estrenó a los mandos del Real Murcia en casa con una victoria ante el Mérida, algo que no sucedía desde la temporada 2008/2009.

El técnico del Barrio del Carmen llegó en junio con la misión de devolver al club a Segunda División y su carta de presentación ha sido ganarle el pulso a un banquillo que estaba maldito. El azar quiso, cuando se sorteó el calendario de Segunda B para este curso, que Paco García se enfrentara en su primer partido al último entrenador capaz de vencer en su puesta de largo en casa con el Murcia.

José Miguel Campos, técnico del Mérida, sufrió en sus propias carnes como se le escapaba una gesta que hasta la fecha estaba en su poder. El mazarronero, el 10 de enero de 2009, superó al Albacete (1-0) en su debut como entrenador del conjunto grana tras sustituir a Javier Clemente en el cargo. El destino ha querido que se convierta en la primera víctima de Paco García, aunque el murciano destacó la labor de sus hombres pese a la derrota en Nueva Condomina. «Le hemos quitado el protagonismo a un equipo que quiere ser protagonista», destacó Campos en rueda de prensa al finalizar el encuentro.

Un estadio que, a punto de cumplir su décimo aniversario, vivió otro hecho histórico. Por primera vez desde su inauguración la grada lateral no contó con ningún aficionado entre sus butacas. La decisión por parte del club de cerrar esa parte del estadio, mientras que busca una solución para su uso que aporte un pellizco a las arcas murcianistas, provocó que gran parte de los 4.528 espectadores que se dieron cita en el primer encuentro de la temporada se encontrasen en los fondos.

Una cifra superior a muchas de las entradas del curso pasado, pero lejos del número de abonados con los que actualmente tiene el Murcia. A punto de llegar a la recta final de la campaña los granas cuentan con unos 7.200 fieles, aproximadamente, por lo que casi un 38% de los abonados no asistieron al primer encuentro del año. Un duelo inicial marcado por los últimos días de vacaciones para muchos y, otros tantos, que decidieron optar por la televisión para ver el estreno de su equipo. Aunque las imágenes que se veían a través de la ´pequeña pantalla´ se parecieran más a las de un encuentro que se jugaba a puerta cerrada, salvo cuando el balón llegaba a las inmediaciones de ambas áreas, que era entonces cuando empezaban a nutrirse las gradas de camisetas murcianistas.

En la tribuna presenciaron el encuentro el lesionado Germán, el central Álvaro Moreno y los dos últimos en llegar, el centrocampista Diego Benito y el delantero Wilson Cuero. Esos fueron los cuatro primeros descartes de Paco García de una convocatoria que contó con nueve centrocampistas, de los once que componen la plantilla, lo que provocó, entre otros factores, que Borjas Martín disputara los noventa minutos de partido.

El canario no se cansó de tirar desmarques y de trabajar para el equipo a pesar de ser el primer encuentro del año, donde se puede acusar el físico. Sin embargo, la primera ovación del curso fue para Javi Saura. El molinense no pudo tener un mejor regreso a casa, ya que fue el autor del tanto que abrió la lata ante el Mérida y salió ovacionado después de eregirse como la brújula de este Real Murcia, que ayer volvió a lucir medias blancas en su primera equipación.