Cuando Borjas Martín (Tenerife, 1987) atravesaba una sequía goleadora importante en diciembre de 2014, defendiendo la camiseta del Astorga, no se lo pensó dos veces para ir a buscar al sacerdote de la localidad para que bendijese sus botas, algo que sea por lo que sea le salió bien al atacante, que firmó acto seguido siete goles en seis partidos. El delantero canario, que el curso pasado militó en el Pontevedra marcando doce goles en una campaña bastante irregular, se ha convertido en la primera cara del nuevo proyecto que están confeccionando desde Nueva Condomina Paco García, al frente del banquillo, y Guillermo Fernández Romo, desde la secretaría técnica. Aunque doce tantos son dos más de los que ha firmado este curso el asturiano Carlos Álvarez, resulta una cifra 'engañosa' porque el atacante fue capaz de anotar dos goles en un mismo partido hasta en tres ocasiones en el arranque liguero (la última vez en la jornada 10 ante el Somozas), para después pasarse casi seis meses sin perforar la meta rival, salvo un par de veces en las que marcó, pero desde el punto de penalti.

Algunas fuentes consultadas por este diario y que llevan cierto tiempo siguiendo la evolución de este futbolista explicaron que se trata de un jugador que, en teoría, no iba a tener la responsasibilidad de ser el goleador de su equipo, hasta que se lesionó su compañero Pablo Carnero y le tocó dar un paso al frente. Los que lo han visto jugar comentan que además de la velocidad propia de un delantero, Borjas también ha sido capaz de estacar esta última campaña dejándose caer a las bandas, sobre todo la izquierda, un lugar que en el último ejercicio de los granas se encargó de defender en la mayoría de partidos Alejandro Chavero, el máximo goleador del Murcia en la temporada última, un jugador que tiene contrato en vigor y que se presume como una pieza básica para volver a optar a un proyecto deportivo serio.

De hecho, la carrera de Borjas es, de momento, más conocida por su anécdota de recurrir al sacerdote de la localidad cuando jugaba en el Astorga, que la del prometedor chaval que salió de las islas en busca de una oportunidad para hacerse un hueco en el fútbol profesional.

Sin embargo nunca es tarde para que los sueños se hagan realidad, ya que con su fichaje por el Murcia le ha llegado realmente la auténtica oportunidad de su vida, la que puede dejarle en Segunda B por el resto de su carrera o, si hace un buen papel, servirle de escaparate ideal para garantizarse un futuro más prometedor en el mundo del fútbol. El nombre de Borjas Martín no había aparecido publicado en ningún medio de comunicación, por lo que la discreción en su fichaje ha contado con la máxima profesionalidad, algo que los dirigentes granas no pueden decir respecto a otros jugadores que interesan y que poco a poco van apareciendo en distintas informaciones que lo único que pueden conseguir es que alguno de los candidatos se quede por el camino. Así, sin ir más lejos y sin tener nada firmado con la centenaria entidad, ayer ya se daba casi por hecha la contratación de Adrián Cruz, un centrocampista que curiosamente es de Pontevedra y que el último curso apenas intervino tres partidos con el Osasuna y siete con el Logroñés, donde tuvo que marcharse para tener más oportunidades que en el Reino de Navarra.

El primer refuerzo del nuevo proyecto y el interés que existe por Adrián Cruz están marcando un poco la estrategia de una dirección deportiva que, en sus primeros movimientos, parece mucho más dispuesta a apostar por jugadores que han desarrollado sus carreras en, posiblemente, el Grupo con menos nivel de los cuatro que componen la Segunda División B. Los nombres de Álex Colorado, del Reus; y de Pina, quien fue capitán de La Hoya con el actual técnico grana, también han sido filtrados antes de que los contratos estén firmados. Álex Colorado, sin ir más lejos, admitió ayer en la cadena Ser, poniendo como escudo a su representante, que efectivamente tiene una propuesta del Real Murcia sobre la mesa para vestirse de grana el próximo curso.