La reanimación del futbolista con un desfibrilador le permite ser trasladado al hospital de Santa Lucía

Corría el minuto 30 de la primera parte de la final por el ascenso a Tercera División y los cerca de mil espectadores presentes en el campo Sánchez Luengo se percataron de que Rafa, lateral del CD Algar, se desplomaba merced a un ataque cardíaco. Todo ocurrió en un instante y desde el banquillo local se dieron cuenta de inmediato, apresurándose a auxiliar al jugador. De inmediato, entró en escena Francisco Belda, médico de profesión y entrenador de fútbol, que casualmente acudió a presenciar el encuentro.

Él fue el que le puso el desfibrilador, mientras se personaban numerosos sanitarios que se encontraban en la grada, que se encargaron de practicarle los primeros auxilios. Quince minutos después llegó la ambulancia y fue trasladado al hospital de Santa Lucía de Cartagena. Uno de los galenos que acudieron comentó a esta redacción que gracias a la utilización del desfibrilador que había en el terreno de juego le salvó la vida el jugador Rafa. El futbolista del Algar no fue el único que dio el susto; también un espectador sufrió un percance, aparentemente por el fuerte calor reinante en la jornada vespertina de ayer.

El siguiente paso lo dio el colegiado, Sergio Abellán Gil, que, como era de esperar y a petición de ambos conjuntos, procedió a suspender el encuentro.

En lo meramente deportivo, lo que estaba en juego era un puesto en el Grupo XIII de Tercera División, un premio al que los dos equipos se han hecho merecedores gracias a la gran temporada que han completado en Preferente Autonómica. El de ayer era el choque de vuelta de la eliminatoria de ascenso, que tras la disputa de los primeros quince minutos la escuadra anfiriona tenía encarrilada gracias a los tantos anotados por Alfaro -cuando apenas se habían jugado ocho minutos- y Dani Escobar, que perforó la meta rival apenas siete minutos después.

En el minuto 20 se le complicó la situación después de que el árbitro decretara penalti por unas manos del central Pepe, muy protestadas ya que la mano la tenía pegada al cuerpo. El encargado de lanzar la pena máxima fue Carri, que dejó el marcador en un provisional 2-1 que hace que la eliminatoria favorezca, de momenteo, a la Minerva por el valor del gol en campo contrario.