Hay dos caras muy conocidas entre el murcianismo que están buscando una tarea que desempeñar dentro de su propio hogar. Y es que el argentino José Luis Acciari, quien el curso pasado dirigió al filial en Tercera División hasta que la nueva directiva lo reclamó para la última jornada y el play off de ascenso como técnico 'interino' tras el despido de José Manuel Aira, y el también exjugador y excapitán Óscar Sánchez, quien lleva dos cursos desde que colgó las botas como segundo entrenador de José Manuel Aira, no saben todavía a ciencia cierta qué tareas van a desempeñar en el nuevo Real Murcia tras la llegada de Guillermo Fernández Romo a la secretaría técnica y de Paco García al banquillo murcianista.

En principio, si no hay un giro importante, todo parece indicar que José Luis Acciari va a tener la oportunidad de seguir formándose como entrenador en el Imperial de Tercera, aunque queda en el aire la opción de que decida continuar su carrera lejos de la entidad grana. En su última rueda de prensa tras la eliminación ante el Toledo terminó indignado en sala de prensa argumentando, con otras palabras, que todavía estaba para jugar y que nadie debió 'jubilarlo' el curso anterior, dejando boquiabiertos a todos los presentes con una decisión que en un primer momento parecía del agrado del argentino. Es cierto que la relación de Acciari con los miembros del consejo actual es buena y su nombre ya se ha puesto sobre la mesa en más de una reunión dando casi por hecho que seguirá vinculado al club donde ha brillado como futbolista.

Otro caso distinto es el de Óscar Sánchez, quien sí lleva dos años junto a José Manuel Aira como segundo técnico y quien por haber sido también exfutbolista de la centenaria entidad también estaba en las quinielas para haber optado al puesto de director deportivo, ya que además de tener la titulación para esta tarea también tiene la licencia de entrenador. El problema es que la llegada de un director deportivo en la figura de Guillermo Fernández Romo y el aterrizaje poco después en el banquillo de un Paco García que llega con su equipo de trabajo, han dejado al exlateral zurdo un poco a expensas de ver qué le ofrecen, toda vez que le queda un año de contrato con la centenaria entidad.

Con la figura de Óscar Sánchez se ha sido injusto desde el nuevo consejo grana, ya que algunos han querido relacionarlo con la etapa de Jesús Samper en la presidencia para darle al asunto un cariz negativo y tener así la excusa perfecta como para retirarlo de la primera fila de candidatos. Sin embargo, más allá de que las decisiones que se están tomando sean acertadas o erróneas, queda claro que el propio Acciari ha tenido una relación personal más que buena con el fallecido presidente y no fue ni mucho menos un impedimento para que la inmensa mayoría de miembros del consejo pensaran en su figura para suplir a José Manuel Aira en una decisión que, tras acabar el play off a las primeras de cambio, dejó en evidencia al consejo a la hora de tomar decisiones deportivas importantes y de mucha trascendencia.

Las figuras de Acciari y de Óscar Sánchez, además de por su trabajo, también están cargadas de importancia al tratarse de caras muy queridas por los aficionados, lo que deben manejar con cierta cautela unos dirigentes que estarían distorsionando un poco el mensaje de 'murcianizar' el club si los primeros en quedarse sin hueco son dos exjugadores que han lucido el brazalete de capitán y que quieren volver a aportar su granito de arena sin que nadie les ponga 'etiquetas'.