El UCAM Murcia se quedó con la miel en los labios después de cuarenta minutos en los que pasó por todas las situaciones posibles: dominio aplastante sobre el Real Madrid en el primer cuarto, cesión de terreno ante un rival crecido, bajón físico en el arranque del último periodo y un arreón final que a punto estuvo de darle la victoria en un encuentro que tenía perdido (92-77) a cinco minutos de final. La lógica se acabó imponiendo en la cancha y, a pesar de la inspiración de Antelo (27 puntos) y Campazzo (25) y del esfuerzo colectivo, la serie viaja a Murcia con desventaja para el conjunto de Katsikaris.

La teórica diferencia entre ambos equipos, la que marcan la clasificación de la Liga regular y los presupuestos de los que disponen ambos clubes, obligaba al conjunto murciano a rozar la perfección para albergar esperanzas de victoria frente al vigente campeón de la ACB. Y el guión por el que suspiraba el aspirante y debutante en play off se cumplió a las mil maravillas durante el primer cuarto y un ligero tramo del segundo.

Después de unos primeros instantes que ambas escuadras invirtieron en estudiarse a fondo, el primero en romper el equilibrio reinante fue el equipo dirigido por Fotis Katsikari, que tras un triple anotado por Vitor Faverani comenzó a avisar de sus intenciones (9-12, minuto 5) bajo la batuta de un espectacular Facundo Campazzo, que no solo cumplía con creces en su faceta de director de juego sino que, además, aparecía como azote del conjunto que le tiene cedido en el UCAM. Los siete puntos que encadenó durante los diez primeros minutos resultaron fundamentales para que los visitantes se situaron siete puntos arriba (19-26), diferencia que se mantuvo hasta el final del cuarto inicial (21-28).

Los aficionados madridistas parecían frotarse los ojos al no creerse lo que estaban viendo sobre el parqué del Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid: su equipo, en el que solo daba señales de vida Sergio Rodríguez (10 puntos), no podía con todo un novato en una fase por el título de la máxima competición del baloncesto español.

Tampoco les fueron mejor las cosas a los pupilos de Pablo Laso en el primer tramo del segundo cuarto. Una canasta de Radovic amplió la renta a nueve puntos (21-30) en la primera posesión de su equipo, pero lo que aclaró todavía más el panorama al UCAM fue el acierto en el lanzamiento exterior de Wood y Kelati, que con sus puntos ayudaron a la escuadra de la capital del Segura a poner tierra de por medio (23-37) a falta de 8 minutos para el descanso.

A partir de ahí, el encuentro se convirtió en un cruce de rachas. La primera sonrió al Real Madrid, que de la mano de un espectacular Carroll -que se desmelenó anotando trece puntos casi consecutivos- llegó a reducir la desventaja a tres puntos (35-38, minuto 15). Cuando los anfitriones empezaban a tocar con los dedos la remontada, entró en escena Antelo. El capitán del equipo universitario, infalible desde la línea de tres, aportó ocho puntos con los que enderezó la situación (38-44, minuto 16). Pero enfrente estaba el actual campeón de Copa y defensor del título de Liga, que se negó a arrojar la toalla y se apoyó en la calidad dprotagonizó un meritorio esprint final que le permitió ponerse por delante (49-47) a menos de un minuto para la conclusión del segundo cuarto. Al intermedio se llegó con empate en el electrónico (49-49).

El UCAM no se rinde

La reanudación del envite no trajo consigo las buenas noticias que esperan los jugadores del UCAM. El Real Madrid ´amenazó´ con poner el ´modo apisonadora´ endosando a su oponente un parcial de 5-0 que dejó el tanteador en un poco esperanzador (54-49). Pero el conjunto murciano dejó patente que tiene perfectamente interiorizada la lección que tanto recalca Katsikaris en su pizarra. Solo así se explica que no se dejara avasallar por el segundo clasificado de la Liga regular. Lo que sucedió fue, más bien, todo lo contrario. Apoyado de nuevo en Antelo, que también quiso ser protagonista en el tercer cuarto, y Sadiel Rojas, que apenas se había dejado ver en la primera mitad, consiguieron sendos triples con los que su equipo recuperó parte del terreno perdido (58-55, minuto 22).

La reacción de los universitarios no se quedó ahí. Aparentemente agazapado a la espera de cualquier error de su adversario, se mantuvo a una distancia mínima hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, asestó un nuevo zarpazo que le valió para recuperar la delantera en el marcador (59-61, minuto 25). El UCAM Murcia conservaba su fe en un triunfo que parecía al alcance de su mano y así se encargaba de demostrarlo llevando al límite a todo un Real Madrid, que, dicho sea de paso, tampoco se dejó llevar a pesar de la persistencia del conjunto que ayer visitó la capital de España. Dos acciones puntuales de Sergio Rodríguez y Gustavo Ayón contribuyeron a otro mini despegue del cuadro local (69-64).

El decorado cambió por completo cuando emergió la figura de Sergio Llull. El menorquín, prácticamente desaparecido hasta el momento, se echó el equipo a la espalda y con diecisiete puntos anotados de forma consecutiva, condujo al Real Madrid hacia una ventaja de nueve puntos (79-70). Con este marcador concluyó el tercer cuarto, que pese a la pérdida de fuelle de los murcianos aún flotaba en el ambiente la posibilidad de hacer algo grande en la cancha del vigente campeón liguero.

Todas las esperanzas se truncaron conforme fue avanzando el último cuarto. A la ventaja adquirida por los blancos en el periodo anterior se le sumó el bajón físico del equipo de Katsikaris, que ya no oponía la resistencia, sobre todo en labores defensivas, que le llevó a maniatar a su rival durante buena parte del encuentro. En medio de este decorado poco propicio para los intereses visitantes, el Real Madrid se movió como pez en el agua, con Sergio Rodríguez y Sergio Llull combinándose para alejar de la victoria al UCAM, que a poco más de cinco minutos para la finalización del partido se vio con quince puntos de desventaja (92-77).

Con todo en su contra, el conjunto murciano resucitó a tiempo para meter de nuevo el miedo en el cuerpo al Madrid, y lo hizo con Campazzo y Antelo como estiletes para situarse a tan solo seis puntos de su oponente (92-86). Ahí se dio el pistoletazo de salida a unos últimos tres minutos de locura, en los que el cuadro universitario se colocó a un solo punto (103-102) y soñó hasta el final con un triunfo que solo se le escapó en los segundos finales. Mañana, a las 20.30 horas, se juega el segundo partido de la serie en el Palacio de los Deportes de Murcia.