El precedente del Levante contra el Atlético de Madrid es motivo suficiente para que el entrenador del Cartagena, Alberto Monteagudo, no se fíe de la visita de mañana del San Roque de Lepe (Cartagonova, 18.00 horas), un equipo matemáticamente descendido a Tercera División, con problemas económicos y cuyos jugadores no tienen contrato en vigor para la próxima temporada. «Nos pueden complicar la vida, ellos quieren dar una buena imagen para buscarse otro equipo. El domingo se tiene que notar que nosotros nos jugamos algo y ellos no», dijo al respecto.

El Cartagena es ahora mismo el séptimo clasificado, puesto que le aseguraría jugar la Copa del Rey la próxima temporada. El problema es que el conjunto albinegro rompió en Melilla su racha de 13 partidos consecutivos sin perder y el Mérida, octavo, está a un punto de distancia y recibe al colista, el Almería B. «Debemos demostrar que fue un pequeño accidente. Todo el mundo entiende la importancia que le da el club a esa competición. De hecho, Belmonte ha frenado las renovaciones hasta la semana que viene. El día que llegué todos hubiéramos firmado jugarnos la Copa en la última jornada y contra un equipo descendido», explicó el técnico manchego.

Lo cierto es que Monteagudo quiso «quitarle importancia» al tropiezo de hace una semana en el norte de África. En ese desplazamiento se sucedieron una serie de imprevistos, como el retraso del vuelo, tanto en la ida como en la vuelta, el cambio del día del partido o los mareos de Sergio Jiménez: «Lo de Melilla lo considero un accidente, no voy a tenerlo en cuenta. Sergio Jiménez es el que lo equilibra todo, sin él sufrimos mucho en el juego aéreo. Nos trastocó todo un poco, ya no teníamos ese poderío que te da Sergio en el medio. Por ahí empezamos a tener problemas».

«La derrota de Melilla tenía que llegar. Pero es que el equipo contrario era muy plano, con cinco defensas, dos pivotes defensivos, no llegaba mucho al área? No me gusta buscar excusas, pero si el viaje hubiera ido con normalidad el partido habría sido diferente, la versión no hubiera sido tan mala. A los jugadores les pesaban las piernas antes de jugar el partido. Yo he hecho viajes de esos y no es fácil meterte en el partido, pero ahora el presente es entrenar mañana [hoy para el lector] bien y competir el domingo», prosiguió el entrenador del Cartagena.

Dudas en defensa

A falta del entrenamiento de hoy, Alberto Monteagudo tendría que repetir la línea defensiva de hace una semana, es decir, la compuesta por Mario y Jesús Álvaro en los laterales y Ceballos y Ayoze de centrales. «Hay jugadores entre algodones. Sergio Jiménez tiene molestias en la rodilla, Moisés en el tobillo y Verdú en la cintura, que casi seguro no va a estar. Son jugadores con poderío aéreo y en esta categoría sin ese perfil de futbolista te pueden hacer goles a balón parado». En cambio, el de Valdeganga sí recupera al extremo Cristo Martín, ausente en Melilla por acumulación de amarillas.

Como es el último partido de la temporada y el Cartagena se juega entrar en la Copa del Rey, Monteagudo prefiere forzar a los jugadores con molestias. «El domingo nos jugamos mucho y pedimos la máxima exigencia. Es cierto que nos visita un equipo que ha tenido muchos problemas, pero es el último partido y hay que arriesgar. Luego hay dos meses de descanso. Es el último examen y hay que aprobarlo, nos iríamos con muy buenas sensaciones después de 15 jornadas», reflexionó.