A los pies del Teatro de Romea, ubicado en el centro de la capital, LA OPINIÓN reunió, con motivo del derbi de mañana entre Real Murcia y UCAM, a dos aficionados entrañables de ambos conjuntos. Fernando García, por parte del equipo grana; y Francisco Cárceles, por el bando universitario.

Fernando García, de 44 años, médico y acérrimo seguidor grana desde la pubertad, puede presumir de haber paseado su murcianismo por diversos campos de España y en distintas categorías. Este hombre entraña la figura del pequeño que acudía al campo de fútbol de la mano de su padre, y él mismo recuerda con añoranza o con rabia diversos momentos de la historia del Real Murcia: los tiempos de Higinio y Figueroa, con Kubala como entrenador; el ascenso de Segunda B a Segunda en el año 2000 tras un final de temporada de ensueño y venciendo en el play off a equipos como Burgos o Universidad de Las Palmas; el infierno de la Tercera División; los últimos dos ascensos a Primera (aún vibra con el gol de Acciari ante el Levante) o la puñalada del reciente descenso administrativo. Por su mente, actualmente, solo pasa que el equipo luche por conseguir el ascenso y revertir la situación de este club centenario.

Francisco Cárceles, de 63 años, reside en Patiño aferrado a una vida que para él, personalmente, es un tesoro. La historia de Francisco y el UCAM traspasa límites deportivos para ahondar en cuestiones meramente existenciales. Desde la temporada pasada es fiel seguidor del UCAM Murcia, y sustenta sus sentimientos sobre un relato increíblemente íntimo. Francisco, tras superar un cáncer de garganta, se acercó hasta La Condomina conocedor de las iniciativas que el club universitario realiza con diversas fundaciones o asociaciones. En uno de los encuentros del curso pasado, la taquilla íntegra iría destinada a una asociación que lucha contra el cáncer, y Francisco, ya recuperado de su mal, no dudó en colaborar con una institución que puede brindar un gran apoyo a gente que, como él, ha tenido o tiene que lidiar con dicha enfermedad. Fue socio del Real Murcia durante quince años -aún recita de carrerilla alineaciones de los granas de los años 70- y, a pesar de ello, no puede sentirse más orgulloso de ser murciano aunque ahora defienda los colores de un club que, a él, le ha llenado de vida. Actualmente, Francisco es considerado socio de honor de la peña Tifosi UCAM (conocida comúnmente como T-UCAM).

Fernando, el seguidor grana, fundamenta sus sensaciones de cara al partido en «la gran implicación de la plantilla» con el club en sí, un equipo sacrificado conocedor de la situación de la institución y que, deportivamente, llega con un colchón de puntos cómodo. De su rival lo destaca todo, ya que las grandes casas se elaboran desde los cimientos y el UCAM puede presumir de ello. No obstante, confía en que un ambiente de gala como el que se espera espoleará al Real Murcia hasta la victoria, aunque cree que el UCAM saldrá a por todas, y más teniendo en cuenta que tras el partido de la primera vuelta, el Murcia ha sido líder desde entonces hasta el día de hoy, por lo que «el ánimo de revancha será total».

Francisco, aficionado universitario, ve una «máxima igualdad» en el partido. Espera una victoria, y cree que el hecho de tener a una gran mayoría de aficionados en su contra puede convertirse en un punto vital para motivar al UCAM, ya que la presión de jugar en casa y ante el gran número de seguidores que se espera puede hacer mella en el conjunto grana y favorecer a su equipo.

Al tratarse del primer partido que se disputará entre ambos en Nueva Condomina, los dos compartieron que un recinto de las dimensiones del feudo grana es perfecto para un evento tan importante para la capital murciana, pero que el viejo teatro de la Puerta de Orihuela y los recuerdos que en ella aún viven acogen un ambiente futbolístico irrepetible en la ciudad. No obstante, tanto Fernando como Francisco son conscientes de que un mayor aforo implica unas condiciones impecables para disfrutar de una fiesta como la que se espera, y por ello aplauden la gran decisión del Real Murcia por catalogar las entradas con precios populares para que el máximo número de aficionados, y más dada la precaria situación económica de algunas familias, pueda acercarse a vivir el derbi en directo.

Ambos opinan que el partido, a partir del amplio conocimiento que los dos equipos tienen sobre su rival, se decidirá «por un pequeño detalle, un mínimo error». Fernando cree que la clave del encuentro estará «en el centro del campo», y en la buena resolución de los goleadores murcianistas como Carlos Álvarez o Azkorra -si se encuentra en buenas condiciones físicas- para inclinar la balanza a favor del Murcia. Sin embargo, Francisco fija en el extremo Nono I al jugador clave del encuentro. Personalmente le ve «enchufado, con muchas ganas» y tras la derrota de la primera vuelta cree que el orgullo del jugador se vio especialmente tocado.

El pronóstico final de Fernando fue de 1-0 para el Murcia, y el de Francisco, 1-2 para el UCAM, resultado que se dio en el duelo anterior entre ambos. Francisco incluso fue más allá, y vaticinó a Iván Aguilar y Nono I como goleadores del UCAM. Finalmente, ambos abogaron porque el partido se convierta en una respetuosa e ilusionante fiesta futbolística, siendo rivales primero, pero compañeros después. Me mostraron que tanto en el fútbol, como en la vida, hay que luchar para ganar.