El Real Murcia-UCAM del domingo a las seis de la tarde en Nueva Condomina ha levantado una gran expectación por tratarse del choque entre el primer y segundo clasificado del Grupo IV de Segunda B, aunque los máximos responsables en cuestión de seguridad decidieron ayer no declarar el duelo de la capital como choque de alto riesgo, lo que no quita que las medidas que se van a tomar vayan a ser distintas a las de cualquier otro partido del conjunto grana. Así, según pudo saber este diario, desde la Delegación del Gobierno se ha diseñado un dispositivo que contará con unos cuarenta miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con un operativo formado por una unidad de prevención y otra de reacción. En este caso, los cálculos de los responsables políticos hacen presagiar, después de haber estudiado distintos factores, que se podría calificar como un duelo regional 'tranquilo', según las primeras estimaciones y sin tener todavía una gran certeza de cuánta gente acudirá al coliseo grana la próxima jornada.

Por norma general, en los partidos del Real Murcia como local, además de los efectivos privados del club, la seguridad también suele estar garantizada por una docena de agentes, los mismos que este domingo recibirán ayuda extra que se traducirá en bastante más presencia policial que de costumbre. En cualquier caso, de la misma manera que cada vez que Murcia y Cartagena se ven las caras nadie duda en montar un operativo de alto riesgo, el hecho de que el UCAM sea un club muy joven y con escaso apoyo social en las gradas, tampoco invita a pensar en ningún tipo de enfrenamiento, más que nada porque no ha transcurrido el tiempo necesario entre ambas entidades como para exista ese tipo de rivalidad que casi siempre suele traducirse en enfrentamientos entre los más radicales. Es más, hasta la fecha, la afición del UCAM es en su mayoría muy joven y no cuenta con ningún grupo de seguidores 'peligroso'. En el Murcia es distinto, porque sí hay un sector de ultras que no huye de las polémica, pero que en esta ocasión, salvo que ocurra algo muy extraño, no van a tener delante a nadie con ganas de pelearse.

El ánimo, eso sí, nadie podrá controlarlo en los jugadores durante noventa minutos sobre el terreno de juego, ya que el encuentro del domingo pasa por ser una asignatura pendiente para un Murcia que lleva tres jornadas sin ganar en Nueva Condomina y para un UCAM que va a gastar la última bala que le queda para tratar de recortar su distancia actual con el líder del Grupo IV. Se trata sin duda de uno de los partidos más importantes del curso, aunque por otra parte también hay cierto movimiento en las taquillas del estadio y se espera una entrada acorde a las circunstancias. El Murcia, tras abrir de nuevo la campaña de abonos, tiene finalmente casi ocho mil carnés repartidos, por lo que de acudir solo los socios, ya se produciría una afluencia de público a tener en cuenta para un club que se mantiene en el día a día en el capítulo económico y que necesita seguir buscando fuentes de financiación si no quiere encontrarse con un problema en el último empujón de la temporada.

Al fin y al cabo, el que más y el que menos estará nervioso en Nueva Condomina, ya que una victoria del Murcia le dejaría abiertas de par en par las puertas para terminar como líder la fase regional, mientras que si la sonrisa fuera para el UCAM, el liderato volvería a estar al alcance de los universitarios.