El consejo de administración del Real Murcia, presidido por Guillermo Martínez Abarca, daba el pasado viernes un nuevo paso para la puesta en marcha de la ampliación de capital aprobada el pasado 13 de marzo en la junta de accionistas y con la que se pretende dar estabilidad económica al club. Después de varias reuniones y de muchas diferencias, la fumata blanca apareció por fin en uno de los despachos de Nueva Condomina. Así, según informan desde el club, el proceso de venta de acciones por valor total de 5.103.000 euros comenzará el 13 de abril e inicialmente se realizará en tres fases.

Los primeros en poder adquirir uno de los 50.000 títulos que lanzará el Real Murcia al precio de 102,06 euros serán los más de seis mil accionistas que la entidad tenía hasta el pasado 13 de marzo. El pistoletazo de salida se llevará a cabo el próximo 13 de abril y se alargará durante un mes. Con el objetivo de que el capital del club quede atomizado entre la sociedad murciana, una idea que viene defendiendo Martínez Abarca desde su llegada a la presidencia, el consejo ha decidido poner un límite en la compra de acciones. Así, cada accionista podrá invertir un máximo de 102.060 euros (valor de 1.000 títulos).

Esta barrera también aparece en la segunda fase de la ampliación, que comenzará el 14 de mayo y que en este caso irá dirigida a aquellos abonados que no tengan acciones, a aficionados en general y a empresas u organizaciones que quieran sumarse a la nueva etapa que se ha iniciado en el Real Murcia tras el fallecimiento de Jesús Samper.

Finalizadas las dos primeras fases, donde será más que complicado que se puedan completar los cinco millones de euros que intenta conseguir el club para, por un lado, reestablecer el equilibrio patrimonial, y por otro, dotar a las arcas de un dinero que aporte oxígeno a una entidad asfixiada por las deudas, el Real Murcia abrirá las puertas a la entrada de grandes capitales. Ya sin límites de dinero, será la oportunidad de ver si realmente hay alguien interesado en convertirse en la pieza fuerte del accionariado murcianista. Y para que esto se haga realidad, el consejo de administración ha decidido que esa tercera fase dé comienzo el 15 de junio, fecha en la que los granas, de acabar primeros en liga e imponerse en la eliminatoria de campeones, ya estarían festejando su ascenso a Segunda División. Un regalo que sería más que atractivo para los posibles inversores. Además de suprimirse los límites de compra de acciones, este período también se desarrollará, en caso de que fuese necesario, durante más tiempo que los anteriores. Como máximo, el consejo podría tenerlo abierto hasta el 15 de septiembre.

Intentar aprovechar el 'subidón' de un ascenso a Segunda, donde el Real Murcia se convertiría en uno de los clubes más favorecidos por el reparto de los derechos televisivos, es el principal motivo para retrasar unas semanas el inicio del proceso de ampliación, pero no el único.

Pese a que los dos representantes de la Asociación de Accionistas Minoritarios en el consejo venían defendiendo la necesidad de acelerar al máximo los plazos, empezando incluso este mismo mes la venta de acciones, finalmente Guillermo Martínez Abarca y otros consejeros han preferido darse un margen de unos días para no saltarse ningún mecanismo legal que en un futuro pueda complicar el desarrollo de la ampliación de capital. Por ello, según informan fuentes del club a este diario, estas semanas que quedan antes de que se inicie el proceso serán aprovechadas para que un asesor mercantil supervise y garantice la validez de cada una de las decisiones tomadas.

Durante la reunión desarrollada en la mañana del viernes en Nueva Condomina y a la que acudieron los ocho consejeros que actualmente conforman el órgano de control de la entidad, Guillermo Martínez Abarca y su equipo también perfilaron la posibilidad de que la ampliación tuviese una cuarta fase si fuese necesario. «Es una facultad que se guarda el consejo», explicaban fuentes del club, añadiendo que en caso de que finalmente se lleve a cabo, esta etapa iría destinada a los acreedores de la entidad, a los que se les ofrecería la posibilidad de convertir en acciones las deudas que el Real Murcia mantiene con ellos.

Por último, el consejo también decidió qué pasará con las acciones de Gestora Deportiva Murciana, mercantil de la que Jesús Samper era el máximo accionista y que ahora está en el limbo, a la espera de que sus hijos decidan si aceptan o no la herencia. Mientras se resuelve un proceso que se puede alargar bastante en el tiempo, el Real Murcia se agarra al documento firmado por los herederos de Samper y en el que se comprometen a ceder todas las acciones. Así, con el objetivo de que esos títulos se diluyan, los consejeros han optado porque los nuevos accionistas obtengan a cambio de cada euro invertido, un euro de las participaciones que pertenecían a Jesús Samper. Aunque, como se ha mencionado anteriormente, esto solo será un supuesto hasta que realmente no se conozca lo que ocurre con la herencia del madrileño.

A estas novedades hay que unir los datos que ya se conocían desde que el pasado mes de noviembre Jesús Samper anunciara su intención de llevar a cabo una ampliación de capital que finalmente no pudo aprobar por su fallecimiento. Sería el pasado 13 de marzo cuando el nuevo consejo de administración diese validez en junta de accionistas a cada uno de los puntos establecidos por el anterior presidente. Cada una de las 50.000 nuevas acciones que se lanzarán tendrá un precio de 102,06 euros, y el objetivo es alcanzar los cinco millones ciento tres mil euros, aunque, como también se destacaba en el orden del día, la ampliación tendrá validez incluso si no se suscriben todos los títulos.