No parece desmesurado hablar de éxtasis y de pasión cuando el ambiente vivido en Nueva Condomina justificó esta realidad en la noche de ayer, y de buena manera. La visita de la selección española sub-21, con bajas importantes, pero con un buen cartel en los integrantes de la plantilla, refrendó esta cuestión eterna entre los aficionados al fútbol en Murcia. Y es que los 14.492 espectadores que presenciaron el encuentro en directo, provocaron que el partido fuera amistoso sobre el césped, pero no en las gradas. La presencia de las jóvenes estrellas españolas y sus rivales, los jugadores de Noruega, que no desmerecieron ni mucho menos el espectáculo vivido, trajeron el delirio a las gradas del feudo murciano. Eso sí, la voz que retumbaba cada pocos minutos era infinitamente infantil, lo que demuestra esa pasión y ese disfrute de los más pequeños con el fútbol, acompañados por sus padres y constituyendo familias enteras que no desaprovecharon la oportunidad de ver a grandes futbolistas.

El culmen llegó en torno a la hora de partido. Una sucesión de ´olas´ durante aproximadamente seis o siete minutos provocaban que el bello se pusiera de punta, recordando las grandes citas vividas en un estadio murciano -aunque el aforo solo alcanzase la media entrada-. En este caso, las carreras por banda de Bellerín, el desborde eléctrico de Deulofeu, la clase de Óliver Torres, o la seguridad defensiva de Elustondo, por citar algunos ejemplos, provocaron rugidos eternos que se clavaban con fuerza en los oídos de los presentes. La selección (y también los hombres de fútbol de la Región) se queda con otra prueba más de que Murcia siempre está con el equipo, con España como nación, y especialmente, con el fútbol.

Los que vivieron una jornada especial fueron los jóvenes de la asociación jumillana Aspajunide, que, después de conocer y fotografiarse el domingo junto a sus ídolos, tuvieron la oportunidad ayer de vivir en directo el choque de Nueva Condomina.