¿Hacía deporte en su infancia?

Empecé jugando al fútbol, aunque no llegué a mucho porque lo único que tenía era velocidad. De todas formas, en aquellas fechas se podía hacer poco deporte porque con 9 años empecé a trabajar en unos almacenes de exportación de naranjas y limones.

¿Pero solo le dio al fútbol?

Bueno, en casa había una bicicleta vieja con la que aprendí a montar y estuve toda la vida dando pedales. Después, cuando tenía 40 años, me compré una bici de carrera, me picó aquello, y participé en algunas pruebas en plan amistoso pero no me metía en competición porque no me consideraba con el nivel para ello. Además, no podía entrenar porque no había las facilidades de hoy en día.

Entonces, lo del running fue bastante tarde.

Próximo a los 50 años y fue porque en Beniaján había un señor, Pepe Chacón ´El Tío Colmenero´, que fue quien me aficionó. Me iba a carreras con él y vi que lo hacía bien sin haber entrenado ni nada. Ahora llevo ya 32 años corriendo.

¿Siempre por su cuenta o ha corrido con clubes?

Estuve en un club en Murcia, Atletas Veteranos, que desapareció, pero cuando me inscribo hoy en día en las carreras, sigo poniendo ese nombre. Hicimos varios años las 24 horas corriendo sin parar, cuando yo hacía el kilómetro en 5 minutos, pero ahora me cuesta bajar de los 7 minutos. Además, fui de los que corrió las primeras medias maratones de Murcia, que se disputaban en Los Dolores y en las que solo participaban unas cien personas, pero con la edad me he quedado en los 10 kilómetros, que es más apropiado para mí.

¿Cuánta cuerda le queda?

No lo sé. Ahora me inclino más por las carreras de 5 kilómetros porque voy más desahogado, pero hasta 10 sí que hago, como en Alcantarilla, Alguazas y San Pedro del Pinatar. También salgo a algunas pruebas en la zona de Alicante, como La Aparecida, Orihuela o Los Montesinos, pero todas en un radio de 25 kilómetros.

¿Y cómo le conocen en las carreras?

Por Antonio, pero me conocen más porque llevo la camiseta con el lema ´Se puede llegar´. Ahora me han regalado una en la que llevo detrás mi nombre y mi año de nacimiento [1933].

Pero cuando usted empezó sería muy poca gente la que correría.

Muy pocos, pero es que entonces había menos tiempo libre que ahora. La gente joven se ha concienciado de que es bueno correr porque combates las enfermedades. Yo me estoy medicando para el colesterol y la tensión, pero los mantengo ahí gracias al deporte.

¿Su mujer no le ha amenazado con echarlo de casa?

No, pero le falta poco, pero es que me divierto mucho en las carreras. Ella sufre mucho, pero yo cojo mi ritmo, me divierto y la gente también, porque cuando me van pasando, la mayoría dicen ´dónde firmo yo para llegar a esa edad´. Siempre digo que esto es cuestión de no dejarlo, pero la base principal es un secreto, que es una broma que siempre gasto, que es no dejar viuda a mi mujer, porque el día que la deje viuda, no corro más. Además, me encanta dar ejemplo a la juventud, demostrar que se puede llegar a mayor y hacer deporte en vez de dedicarse al botellón y a las drogas. No he fumado nunca, no bebo, aunque mi vinico en las comidas no lo dejo, y si voy a alguna celebración, me gusta tomarme un asiático.

¿Y lesiones graves, ha sufrido?

No, solo una caída con la bicicleta, en la que me di un golpe fuerte en la cabeza y me tuvieron que operar, y también otra corriendo que pillé un bache en Terra Natura, pero me levanté y seguí.

¿En qué trabajó durante su vida laboral?

He hecho de todo porque nací en la huerta. Trabajé en almacenes de exportación cortando naranjas y a los 14 años me metí a carpintero de cajas de fruta. Después, cuando vine del servicio militar estuve en dos gestorías trabajando, fui taxista, camionero en Estrella de Levante, hice la vendimia en el extranjero? En fin, he hecho muchas cosas, nunca he estado parado. Y terminé mi vida laboral como conductor desde 1965 en el MOPU y después en la Comunidad Autónoma, donde como había estudiado hasta segundo año de Perito Mercantil, conseguí plaza de oficial administrativo.

¿Y la informática, cómo se la da?

A los 81 años empecé a estudiar informática y a través de Internet me inscribo en las carreras. Hay un club, Correbirras, que informa de todas las pruebas y gracias a ellos yo voy seleccionando. Por cierto, pero hay otra cosa que me gusta mucho, que son los trovos. Empecé de pequeño a cantar las coplas de aguinaldo y tengo cierta facilidad para hacer versos.

Tiene la casa llena de trofeos como el corredor más veterano de las pruebas.

Sí, estoy considerado el atleta en competición más veterano de la Región. Hay uno que me sigue, que es mi buen amigo Antonio Montesinos Ríos, que tiene unos 78 años y está deseando que me retire para quedarse él como el mayor, porque donde quiera que voy, me entregan el trofeo al más veterano. El último que me dieron, que ese sí que me gustó, fue en San José de la Montaña de Los Garres, que fue un salchichón de tripa cular de bellota y una botella de vino de Juan Gil. Una de las cosas más raras que me han regalado es un tronco de almendro.

¿Entrena muchos días?

Salgo días alternos, unas tres veces a la semana. Según la carrera del domingo siguiente, hago los kilómetros en consonancia con lo que voy a recorrer. Corro por aquí, por Beniaján o me voy a la montaña.