El Real Murcia tiene en su poder el mejor aval para acabar el curso en lo más alto del grupo IV de Segunda B. A falta de ocho jornadas para el final de la temporada, dispone de una ventaja de cuatro puntos sobre el segundo clasificado, que, aunque no es definitiva, sí le permite depender de sí mismo para conseguir el primer gran objetivo por el que suspira el club: la clasificación para la eliminatoria de campeones por el ascenso. Pero la ocupación de esa privilegiada posición no impide que el equipo tenga que convivir con los problemas que salpican a cualquier vestuario. Uno de ellos es la acumulación de lesiones, que en las últimas semanas ha condicionado los planes de José Manuel Aira.

La línea defensiva ha sido una de las más afectadas como consecuencia de una serie de percances, obligando al leonés a mover sus piezas con más frecuencia de la prevista. La visita del pasado domingo al estadio Juegos Mediterráneos mostró la última variante del cuerpo técnico, que ante la baja de José Ruiz, por acumulación de tarjetas, se decantó por desplazar a Sobregrau al lateral derecho y retrasar a Armando al centro de la zaga.

El intercambio de posiciones no será un fenómeno aislado, sobre todo teniendo en cuenta las noticias aparecidas en las últimas horas. Aira se encontró el pasado lunes con un nuevo obstáculo que sortear después de hacerse oficial una nueva lesión, esta vez la del ya mencionado José Ruiz. La microrrotura en el recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha que sufre el valenciano alargará el periodo de pruebas del preparador murcianista, que tendrá que prescindir de su lateral derecho titular durante un periodo que oscila entre las tres y las cuatro semanas.

Una de las fórmulas que está sobre la mesa, y que quizás sea por la que se decante el entrenador, consiste en contar con los mismos jugadores que se ubicaron en la parcela defensiva desde el pitido inicial del choque contra el Almería B. O lo que es lo mismo, alinear a Jaume Sobregrau como sustituto de José Ruiz en el flanco derecho de la zaga y a Armando como acompañante de Satrústegui en el centro.

Otra de las alternativas pasa por mantener intacto el eje lógico de la defensa, que ante la baja de Tomás Ruso -quien continúa lesionado- estaría integrado por la dupla Sobregrau-Satrústegui. En ese caso, el canterano Álvaro Marín -recambio natural en el lateral derecho- sería el encargado de reemplazar a José Ruiz.

Pumar, a «pelear» por un puesto

En ambos casos, el lateral zurdo sería Jordi Hostench, que se ha convertido en un fijo desde que irrumpió en el once a raíz de la lesión de Fernando Pumar. Éste último volvió a sentirse futbolista el pasado domingo, disputando unos minutos en el último choque liguero del Real Murcia después de acortar los plazos de la recuperación de su lesión de rodilla. Pero todo hace pensar en que José Manuel Aira le irá introduciendo poco a poco en la dinámica competitiva para evitar cualquier contratiempo.

«No ha habido ningún inconveniente desde la operación. La rodilla ha respondido perfectamente a cada día de trabajo y eso nos permitía ir avanzando mucho más rápido», reconoce el orensano, que asume que tiene que caminar con pies de plomo: «Tengo que coger ritmo de competición, que inevitablemente he perdido».

Ni siquiera el hecho de gozar de la confianza del técnico, con quien disputó 18 encuentros antes de pasar por el quirófano, le impide tener claro que «nadie es titularísimo». De cualquier forma, tiene claro que «todos tenemos que pelear cada domingo por un puesto». «Eso es lo que me toca a mi ahora mismo», añade el futbolista gallego, que asegura que la presión del equipo grana es «prácticamente la misma» y que el liderato puede estar «por los 83 o los 84 puntos, o incluso alguno más».