La fiabilidad de un equipo de fútbol se refleja en una serie de parámetros de muy diverso tipo. Entre los más recurrentes está el equilibrio que se desprende del número de goles que marca y recibe a lo largo de una temporada. Otro de los que se puede valorar es la capacidad para ser solvente en cualquier terreno de juego, desmarcándose del tópico balompédico que pondera la necesidad de hacerse fuerte como local. El Real Murcia no solo cumple ese mandamiento básico sino que, además, puede presumir de una fortaleza sin igual en toda la Segunda División B cuando le toca competir lejos de Nueva Condomina.

Los números acumulados tras la disputa de treinta jornadas de Liga muestran al conjunto dirigido por José Manuel Aira como el mejor visitante de los cuatro grupos de los que consta la categoría de bronce del fútbol español. Un logro al que se hizo acreedor gracias al contundente triunfo conseguido el pasado domingo en su desplazamiento a Almería, que se sumó a la derrota sufrida hace poco más de una semana por el Logroñés -con el que el pasado curso compartió cartel en el grupo I- en el último compromiso disputado ante su afición.

Después de haber jugado 15 encuentros como ´forastero´, la escuadra grana, que encabeza el grupo IV con cuatro puntos de ventaja sobre el UCAM, acumula un total de 30 puntos repartidos en nueve victorias, tres empates y otras tantas derrotas. El cuadro riojano, que hasta el pasado domingo portaban el cartel de ´mejor visitante´, le sigue de cerca con 29 puntos gracias a otro balance muy meritorio: nueve triunfos, dos empates y cuatro derrotas.

Los buenos resultados a domicilio se han convertido en uno de los mejores avales del Real Murcia. El último de ellos, logrado sobre el césped del estadio Juegos Mediterráneos frente al Almería B, adquirió un significado especial al producirse bajo una atmósfera de presión, la que le sometieron el día anterior las victorias obtenidas por el UCAM Murcia y el Cádiz, que les situaron a uno y dos puntos del liderato, respectivamente.

El conjunto preparado por José María Salmerón, que ha sumado cuatro puntos menos que el equipo murcianista en los partidos que ha jugado fuera de casa (26), es el tercer mejor visitante de todos los grupos de la división de bronce, con los mismos puntos que el Barakaldo, líder del grupo II, y el Socuéllamos, que ocupa el séptimo puesto en el grupo II.

La consolidación del cuadro grana como el mejor viajero de los 80 equipos que integran la Segunda B no se puede catalogar como una simple anécdota. Entre las victorias a las que se ha hecho merecedor como visitante brilla con luz propia la que sumó frente al UCAM Murcia, poniendo el mejor broche posible a noventa intensos minutos disputados en La Condomina. El 1-2 que lució en el marcador tras el pitido final permitió a los jugadores de Aira adueñarse en la decimocuarta jornada de un primer puesto de la clasificación que desde entonces no ha dejado escapar.

Otros triunfos de prestigio

La nómina de victorias lejos de Nueva Condomina también incluye marcadores de enorme relevancia, como el del encuentro frente al Cádiz, que acabó sucumbiendo por 0-1 en un duelo correspondiente a la octava jornada del campeonato de la regularidad. El estadio Ramón de Carranza sufrió la mejoría de un Real Murcia en progresión ascendente.

El Granada B, que ocupa el quinto puesto del grupo IV, es otro de los rivales que sufrió ante su público la solidez del líder. Fue en un partido perteneciente a la decimoctava jornada, en el que el triunfo viajó hasta la capital del Segura (1-2).

San Roque de Lepe (2-4), Mérida (0-2), Villanovense (0-2), Linares (0-1), Balompédica Linense (0-2) y el mencionado Almería (0-3) completan el listado de conquistas alcanzadas por los futbolistas granas lejos de su feudo.

El Sevilla Atlético, que hace dos semanas le derrotó por la mínima en Nueva Condomina, puede presumir de ser el último verdugo del Real Murcia en su faceta como visitante. Los andaluces se impusieron, allá por el 25 de octubre del año pasado, gracias a un tanto anotado por el exgrana Carrillo. Antes, en las jornadas 1 y 3, el Marbella (3-1) y La Hoya Lorca (1-0) aprovecharon el mal comienzo de temporada del Murcia, que a partir de ahí comenzó a forjar la leyenda de visitante casi infalible, que se ha acentuado con el paso de las jornadas.

Los 30 puntos conseguidos por el equipo tras quince compromisos de Liga fuera de su terreno de juego son tan abrumadores que se equiparan a los que ha sumado hasta la fecha ante la mirada de sus seguidores (33). Un dato revelador que muestra por qué el Real Murcia es el sólido líder del grupo IV de Segunda División B.